Japan Airlines (JAL) se convirtió en la primera aerolínea que realizó
un vuelo de demostración utilizando biocombustibles sostenibles
refinados principalmente a partir de la camelina. Además, se trata del
primer
vuelo de demostración que usa una combinación de tres materias primas sostenibles de biocombustible y el primero realizado con un motor Pratt & Whitney. Se espera que los resultados del vuelo confirmen de forma concluyente las capacidades de rendimiento operativo y potencial viabilidad comercial de los biocombustibles de segunda generación.
El vuelo de demostración, que duró aproximadamente una hora y media, se llevó a cabo con un Boeing 747-300 de JAL sin pasajeros ni carga de pago que despegó desde el aeropuerto de Haneda, en Tokio. Se probó una mezcla compuesta en un 50% por biocombustibles, siendo el otro 50% combustible tradicional Jet-A en el motor nª 3 del avión. El uso de biocombustible, un sustituto directo del combustible con base de petróleo, no precisó modificación alguna en la aeronave o el motor.
La tripulación de cabina de JAL verificó el rendimiento del motor durante las operaciones normales y anormales de vuelo, incluyendo aceleraciones y desaceleraciones rápidas así como apagado y encendido del motor. El día anterior al vuelo de demostración se llevó a cabo una prueba estática para asegurar que el motor nº 3 funcionaba con normalidad usando la mezcla de biocombustible/combustible tradicional Jet-A. Según los informes de la tripulación, no hubo ninguna diferencia entre el rendimiento del motor alimentado con la mezcla de biocombustible y los otros tres motores con combustible normal de reactores.
Los datos grabados de la aeronave se analizarán para determinar si se observa un rendimiento equivalente del motor a partir de la mezcla de biocombustible en comparación con el combustible típico Jet A. Miembros del equipo de Boeing, Japan Airlines y Pratt & Whitney analizarán durante varias semanas los datos iniciales.
El componente de biocombustible probado era una mezcla de tres materias primas de biocombustible de segunda generación: camelina (84%), jatropha (menos del 16%) y algas (menos del 1%). Las materias primas de segunda generación no compiten con los recursos naturales de alimentos o agua y no contribuyen a la deforestación. La principal ventaja de usar biocombustibles en un reactor comercial reside en la capacidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a lo largo de su ciclo de vida -además de contribuir a mejorar el rendimiento medioambiental de la aviación comercial y de los aviones actualmente en servicio.
El biocombustible utilizado para el vuelo de demostración de JAL se obtuvo con éxito a partir de un aceite crudo vegetal. Posteriormente se mezcló con el combustible típico de reactores utilizando tecnologías propias de UOP Honeywell. A continuación, las pruebas en laboratorio realizadas por Boeing, UOP y varios laboratorios independientes comprobaron que el biocombustible cumplía con los criterios industriales de rendimiento de combustible de reactores.
Redacción Portal del Uruguay
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