A diferencia de Cutcsa, que está trabajando con máquinas de una empresa de origen checo, las cooperativas UCOT, Raincoop, Coetc y la empresa COME, están trabajando con máquinas provistas por Melbilan S.A., representante en Uruguay de la empresa española Masisconvi. En los últimos días se trabajaba para instalar la versión 114 del software.
Fernando Nozar, técnico de la empresa UCOT, dijo a No Toquen Nada de Océano FM que las cuatro compañías de transporte están prontas para empezar a funcionar con tarjeta. En este momento estaríamos en condiciones de comenzar a utilizar la tarjeta en las máquinas de nuestra flota (las tres cooperativas y COME, que utilizan el mismo proveedor de tecnología), que han pasado por un proceso de testing que lleva adelante la Intendencia de Montevideo, y han logrado tener una muy baja tasa de errores, además de tipo muy aleatorio, explicó.
Según plantea Nozar, para que el sistema funcione, se necesita que la red de recarga y que Cutcsa (con su empresa proveedora de tecnología checa) estén prontas.
Gerardo Urse, director de Transporte de la IMM, desmintió esa información en No Toquen Nada el lunes. No sólo Cutcsa falla. No está habilitado el sistema para poder funcionar. Todas las empresas tienen que estar 100% en funcionamiento, y en este momento tal vez una esté pronta. Además, la infraestructura necesaria para que la tarjeta sea recargada en la ciudad Montevideo está lejos de estar terminada, y eso implica a las cinco empresas capitalinas.
Las cooperativas y COME señalan, por su lado, que ya participaron todas en la prueba piloto que hizo la Intendencia. Ésta consiste en que gente circula por los ómnibus con tarjetas para hacer distinto tipo de usos como trasbordos y boletos de dos horas. Hoy esas pruebas están suspendidas porque el sistema está siendo manejado por los guardas.
En realidad el sistema originalmente fue concebido para ser utilizado con la tarjeta. La situación que hay hoy en la calle es una alternativa a la concepción original, explicó Nozar, quien señaló que el hecho de que el guarda o el conductor cobrador tenga que revisar los nuevos boletos es un problema.
El técnico de UCOT recordó que una de las principales motivaciones para introducir el uso de la tarjeta magnética es sustituir al dinero como medio de pago. La idea es minimizar el uso de efectivo en el ómnibus para evitar, entre otras cosas, los robos.
Nozar también dijo a No Toquen Nada que en un momento se manejó la alternativa de que Cutcsa comenzara a funcionar con tarjetas después, pero que esta opción quedó descartada por razones cooperativas.
En realidad no tenemos información de primera mano acerca de cuál es el estado de Cutcsa. Sí sabemos que están trabajando, que tienen sus cronogramas, pero no sabemos cuándo van a estar listos para poner a funcionar efectivamente la tarjeta. Se manejó la alternativa de poner en marcha el sistema en las otras empresas antes que en Cutcsa pero se desestimó por dificultades cooperativas.
Álvaro Santiago, subgerente general de Cutcsa, explicó que el sistema de su empresa todavía tenía errores en el orden del 1%. Tenemos que ser exigentes con la tasa errores. Un 1% significa 5.000 problemas por mes y no me sirve, prefiero seguir con papel un mes más. La tarjeta no puede generarnos más problemas de los que ya tenemos, señaló.
Santiago secundó a Urse, director de Tránsito de la IMM, con respecto a resolver el tema de la línea secundaria de red para recargar las tarjetas. Hoy tenemos línea primaria con 40 locales en todo Montevideo. La red de comercialización tiene que ser la más barata posible. Una persona no puede gastar un pasaje para ir a recargar, indicó.
El directivo de Cutcsa expresó, además, que la discusión sobre la red de recarga va a atrasar más el comienzo de la implementación de la tarjeta en los ómnibus que el perfeccionamiento del software. Estima que su empresa tardará entre uno y dos meses en estar lista. Santiago recordó que las empresas informáticas que participaron en el proceso advirtieron que era complicado. Al principio todos subestimamos la complejidad de este proyecto, reconoció.
A su vez, remarcó que las compañías de ómnibus son quienes deberían estar realmente preocupadas por tener operativa la tarjeta, porque tiene más ventajas para las empresas que para el cliente.
Fuente:www.180.com.uy