Se convocó a las personalidades más representativas del ámbito privado de la actividad turística y la respuesta fue formidable. Debido a compromisos asumidos con anterioridad a nuestra convocatoria no todos los convocados pudieron estar, pero igualmente quienes no pudieron asistir al encuentro nos enviaron su adhesión a la iniciativa de crear un ámbito de discusión como el propuesto. No son muchas las oportunidades en las cuales personas tan comprometidas con la actividad turística, de todos los sectores, pueden encontrarse a discutir los temas que inquietan a todos los integrantes vinculados a ella. De allí la importancia de este primer encuentro y, sobretodo, de la convicción de que "hay algo que hacer" para salir de la "chatura" en la que se encuentra la actividad.
Como en cada oportunidad en la cual un grupo de amigos se encuentra para pasar un momento agradable y para discutir los asuntos comunes, no faltó en este caso el recuerdo de viejas anécdotas, las referencias a algunas personas que, ausentes en esta jornada, fueron importantes en determinadas etapas de la evolución de la actividad turística y, lo más importante, la coincidencia general de que el ánimo ha sabido en otras épocas de mejores estados. La idea fundamental que estuvo presente durante toda la noche tiene que ver con que, más allá de los gobiernos de turno, por encima de los colores político- partidarios, nuestra actividad, como tantas otras, depende en un alto porcentaje de las iniciativas del ámbito privado. Si bien esto no es novedad, pues, ha sido así históricamente, la expectativa ante los tiempos de cambio sugeridos y planteados por la fuerza de izquierda en el gobierno se ha ido diluyendo.
También fueron varias las referencias a lo improductivo que ha resultado en los últimos tiempos la gestión de algunas asociaciones o gremios de la industria turística. Se coincidió en la necesidad de revitalizar dichas instituciones para darle un carácter práctico que sirva a la realidad de todos los involucrados. Al mismo tiempo fueron unánimes las voces que reclamaron la necesidad de potenciar a quienes son verdaderamente los referentes de cada uno de los sectores, en vez de seguir "inventando" instituciones que no hacen otra cosa que dividir los intereses comunes de los implicados. Si bien se pudieron interpretar desde algunos discursos algunas viejas rencillas (que toda actividad que se quiera un poco debe tener en su historial) todos los participantes de la reunión se centralizaron en la idea de que la única forma de desactivar la modorra en la que estamos es mirando hacia el futuro. En definitiva, la mayor conclusión a la que pudimos llegar es que deberá dejarse parte de la historia negativa que hasta el momento ha estado presente en la actividad, adoptar cada una de las experiencias para no repetirlas y asumir el verdadero sentimiento de pertenencia para darle a nuestras inquietudes el verdadero lugar que merecen en la actividad económica de nuestro país. Lo que pasó, pasó... el mañana nos convoca.
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