con el propósito de concretar sus planes políticos pendientes.

En uno de los cambios más importantes, Vázquez designó canciller a Gonzalo Fernández, un abogado que es su mano derecha y que en los últimos meses se encargó de la relación con el gobierno de Estados Unidos en pos de un acuerdo comercial bilateral.

Fernández, además, fue determinante en uno de los asuntos más delicados que enfrenta este gobierno: actuó como el negociador principal en el conflicto con la Argentina sobre la pastera Botnia.

También tuvo un papel de peso en la relación con las fuerzas armadas y las organizaciones de familiares de desaparecidos sobre asuntos pendientes de la dictadura militar.

El cargo que ocupaba hasta ayer el abogado socialista era el de secretario de la Presidencia, un cargo similar al de jefe de Gabinete en la Argentina.

Gonzalo Fernández, de hecho, mantiene amistad con el funcionario argentino Alberto Fernández, relación que fue utilizada en las negociaciones con el gobierno de Néstor Kirchner para destrabar el conflicto por las papeleras.

Si bien esa amistad no bastó para acercar posiciones, en momentos de gran tensión la línea directa entre ambos Fernández (que fueron compañeros universitarios en Buenos Aires) fue la única ruta de comunicación que quedó habilitada entre ambos países.

Gonzalo Fernández reemplaza al saliente canciller, Reinaldo Gargano, que siempre se mostró distante de la estrategia comercial de Vázquez.

Gargano reivindicaba la prioridad del Mercosur e insistía en que Uruguay debía limitarse a negociar con todo el bloque antes que con países de otras zonas. Pero Vázquez y el ministro de Economía, Danilo Astori, piensan que Uruguay no puede resignar la posibilidad de aumentar su capacidad exportadora a lo que dispongan la Argentina y Brasil, gobiernos a los que veían inclinados a no abrirse a otras zonas.

A fines de 2006, en medio de las negociaciones con Estados Unidos, Vázquez sorprendió cuando dio una respuesta negativa al representante comercial de George W. Bush para formalizar conversaciones sobre un tratado de libre comercio y se limitó a impulsar un acuerdo de menor significado. Pero ante la nueva ronda de conversaciones, hace un año, Vázquez dejó a un lado a Gargano y puso al frente del equipo negociador a Fernández.

Otros nombramientos

Ayer, Vázquez reunió a todos sus ministros y les comunicó los cambios. Los ministros salientes y los entrantes harán una transición en febrero y el cambio se hará el 1º de marzo.

En la mesa estaban todos los líderes de los partidos y sectores que forman la coalición de izquierda nacida en 1971 con el nombre de Frente Amplio y que desde marzo de 2005 gobierna Uruguay.

Los cambios fueron decididos por el propio Vázquez sin consultar a los aliados. "Todos sabemos que hay distintas etapas en los tiempos históricos y en los tiempos políticos", dijo Vázquez.

Otras designaciones anunciadas por Vázquez fueron las de José Bayardu como ministro de Defensa; la del presidente de la empresa de agua potable, Carlos Colacce, como ministro de Vivienda y Medio Ambiente (en lugar de Mariano Arana); la de la cabeza de la telefónica estatal, María Simon, como ministra de Educación y Cultura; la del presidente de la petrolera estatal, Daniel Martínez como ministro de Industria, y la de Ernesto Agazzi como ministro de Ganadería.

Los sectores del oficialismo, en tanto, están abocados a la elección de un nuevo presidente para la coalición y a las conversaciones sobre la fórmula que presentarán en las elecciones presidenciales de 2009. En las últimas semanas, las encuestas mostraron un ascenso del principal partido opositor, el Nacional (o Blanco), lo que generó inquietud en el oficialismo.

Por Nelson Fernández
Corresponsal en Uruguay de La Nación