Internacional de Asociaciones de Pilotos (Ifalpa), capitán Mauricio Leyva.
"La capacidad del factor humano tiene un límite; en este sentido no se pueden flexibilizar las normas que regulan esta industria por encima de la capacidad del hombre", indicó a Xinhua el directivo de esta institución, que representa a más de 100.000 pilotos de todo el mundo.
Según Leyva, los estudios científicos han llegado a la conclusión de que los pilotos deben tener una jornada laboral no superior a las 10 horas, pero en algunos países, esta referencia no es respetada y son sometidos hasta a 12, 14 y 16 horas de trabajo.
Las declaraciones del representante de Ifalpa se dieron poco después que en Panamá se registraron tres accidentes aeronáuticos en un lapso menor a una semana, entre el 29 de mayo y el 6 de junio, cuando dos helicópteros y una avioneta sufrieron accidentes en momentos que se disponían a aterrizar.
Una comisión internacional investigadora, integrada por expertos panameños de la Autoridad de Aeronáutica Civil (AAC), peritos chilenos de aeronáutica y técnicos de las empresas fabricantes, analiza los accidentes para determinar las causas de estos desastres aéreos que dejaron 11 muertos.
En el primer caso, el choque de un helicóptero contra un edificio comercial, las declaraciones del único sobreviviente dan cuenta que poco antes del aterrizaje detectaron fallas en uno de los motores, pero en el accidente de las dos aeronaves restantes los informes preliminares dan cuenta de factores humanos.
"Diez horas de trabajo, desde el punto de vista científico, sí pueden ser aumentadas hasta 12 horas, pero también se debe garantizar que después de estas jornadas se les debe ofrecer a los pilotos una oportunidad de descanso mínimo de ocho horas comprobadas" , subrayó.
"América Latina no cuenta con un marco regulatorio regional, lo que existe son diversas normas locales, y cada país tiene su propia realidad, pero sí sería ideal una regulación común basada en ciertos parámetros científicos y técnicos", dijo.
El directivo afirmó que la mayoría de accidentes ocurren durante el proceso de aterrizaje, que es la fase más crítica; por esa razón es importante que los pilotos se encuentren en óptimas condiciones durante todo el proceso de vuelo, desde el inicio hasta el final.
"Si nosotros comparamos el modelo aeronáutico con el modelo automotriz, es una buena referencia, porque el nivel de riesgo en el primero es mucho más alto que el segundo, por lo tanto los procedimientos deben ser más rigurosos, tanto en el factor técnico como en el aspecto humano", sostuvo.
Luis Carlos Novo, secretario general del Sindicato Panameño de Aviadores Comerciales (SPAC), afirmó que la principal preocupación que tiene su gremio es que el reglamento de aeronáutica permite un aumento de las jornadas laborales para los pilotos panameños.
"A este problema se suma el deterioro de las vías en algunas terminales aéreas de provincias, el déficit de controladores aéreos y el exceso de trabajo para los pilotos, que ocasionalmente llega hasta las 16 horas de jornadas laborales", expresó.
De acuerdo con el dirigente del SPAC, que agremia a alrededor de 600 pilotos, el actual reglamento de aviación comercial implementado por la AAC permite que estos profesionales trabajen más del límite establecido, y reciban mucha presión.
Los pilotos panameños insisten ante las autoridades que el reglamento que regula sus actividades debe ser modificado para garantizar una mayor seguridad a los usuarios.
En el aspecto técnico, el director de la Autoridad de Aeronáutica Civil, Eustacio Fábrega, recientemente firmó un convenio con el presidente de la aerolínea Copa Airlines, Pedro Heilbon, para el intercambio de información y monitoreo técnico de las aeronaves.
Gracias a este acuerdo, la aerolínea dará acceso al sistema "Flight Data Analysis" (FDA), información de vuelo extraída directamente del "Flight Data Recorder" que poseen todos los aviones de Copa Airlines, la principal aerolínea comercial del país.
Esta información es analizada y estudiada con el propósito de mejorar la seguridad en las operaciones de vuelo, crear planes preventivos y optimizar el mejoramiento continuo de la seguridad operacional.
Heilbron señaló que el convenio es positivo, porque "transmite transparencia y confianza mutua entre autoridad reguladora y la empresa privada, para facilitar el monitoreo y garantizar la seguridad en las operaciones aéreas".
Panamá tiene la Presidencia de la Comisión Latinoamericana de Aviación Civil, y ha propuesto como iniciativa para lograr una mejor, más eficiente, más económica y permanente vigilancia de la seguridad operacional, hacer uso de la tecnología que ya está incorporada en las aeronaves de nueva generación.
fuente: Xinhua
