la reiteración de periodistas y propuestas, ni si en los programas de la noche se retoma lo dicho en el de la mañana; y mucho menos si el periodista “ya lo había dicho” en la radio durante la tarde del partido. La taquicardia femenina aumentará seguramente, no por amor, sino por la premura de encontrar un psiquiatra un domingo de noche, aunque ya no tendrá muy claro si para atenderlo a él, o para atenderla a ella.

La audiencia del género deportivo en radio, tampoco logra quebrarla desde la ahora maléfica cifra, si bien se aproxima gracias a los 71.500 individuos que encarnan el personaje de “el hombre de la radio en la oreja”.

¿Podrá el nuevo y venezolano tablero electrónico revertir la asistencia a los escenarios? El tema no está muy claro, pero por las dudas se armó un revuelo bárbaro en la órbita de la AUF para definir quien sería el beneficiario de la inversión publicitaria. ¿Será más divertido entonces mirar el tablero que mirar el partido?

La vuelta al problema se la puede buscar por varios lados, aunque será difícil salir de la encrucijada. Algunos hasta dejan caer un comentario complaciente y solidario con ”el pobre Paco, venir a invertir en el fútbol”. Siempre quedan los más líricos, que con un sabio dejo de nostalgia suponen que todo se resolvería si finalmente volviéramos a jugar al menos con un puntero izquierdo.

 

El mercado del fútbol esta topeado y no hay “cuatro, tres, tres”, que logre modificarlo.  Considerado durante años uno de los temas de particular preocupación de los uruguayos, la participación directa en el mercado de espectadores es baja, al menos en los eventos de rutina.

A modo de cifra mitológica, ninguno de los indicadores sistemáticos de consumo logran superar las 75.000 personas con las que imaginariamente crecimos cuando pensábamos en un estadio lleno, lo cual ha llevado a algunas mujeres - que sueñan con la definitiva extinción - a burlarse bajo el supuesto de que si ello ocurre, es porque ese día asistieron todos.

Los 60 mil individuos que en encuestas de hogares ubican a VTV entre sus cinco señales de cable preferidas (todos ellos miradores de Fútbol), es probable que escondan las múltiples rondas masculinas que gratuitamente se forman en los bares a la hora del partido, aunque no se descarta que eso también sea un pretexto de encuentro entre los que tienen la señal en su hogar.

Por debajo de ese valor se encuentra la audiencia sumada de todos los programas deportivos de la tv abierta que alcanza a 58.600 individuos; si consideramos que el programa líder lo miran 54.200, desde ya puede pensarse en un volante carrilero de “ida y vuelta” que zapping mediante mira la mayor cantidad de programas posibles en el fin de semana.

Rogamos aquí al atento lector, que no repare ni emita comentario en este momento sobre

Indicadores de consumo deportivo

Fuente: Medición de Audiencias Radio y Tv – ODM Claeh
Publicado en: www.mediasymodas.com