Ehrlich reseñó el proceso de restauración, desde que se licitara un estudio previo a un instituto argentino, para evaluar la mejor forma de restaurar el pórtico, hasta la licitación de la reforma propiamente dicha, todo un proceso que llevó cuatro años.
El intendente agradeció a los "obreros de la piedra" que recuperaron materiales de canteras logrando que "la textura y el color sean iguales a la puerta original", concluyó destacando que esta inauguración es un reflejo de "lo que está pasando en la ciudad", "una ciudad que se está construyendo, cambiando" con la pujanza de los montevideanos.
La obra fue realizada por un equipo profesional que incluyó arquitecto, geólogo, químico y escultor, entre otros. Previamente, con la participación del Centro Municipal de Fotografía, se realizó un minucioso estudio fotográfico de las características arquitectónicas y constructivas de la obra, ya que se carecía de documentación sobre el último traslado del monumento, realizado en 1959.
Se realizaron estudios históricos, análisis del sistema constructivo, clima, aspectos geológicos, patologías del muro y de la piedra en particular y se realizaron ensayos in situ y en laboratorio.
De esta manera se determinaron las principales causas de deterioro y degradación, determinando agentes externos (agua, viento, contaminantes, vegetales) y causas internas (antropogénicas, petrográficas, fisuras, desprendimientos, exfoliación, entre otras). Fueron elaboradas más de 450 fichas con un detalle de las afectaciones y observaciones constatadas.
Los trabajos, que insumieron 120 días, incluyeron limpieza, consolidación, sustitución o reintegro de piezas deterioradas o faltantes, impermeabilización y aplicación de protección antigraffitis.
Redacción Portal del Uruguay
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