hasta ese momento, jefe de los Servicios de Control de Tránsito Aéreo de uno de los ACC más importantes del Mediterráneo.

De su entrenamiento y su conocimiento, de la forma de impartirlo y de cómo me "infectó" con su visión del tránsito aéreo hablaría horas. Aún hoy, años luego, me surgen relaciones con algunos de sus conceptos. Más importante resultó el hecho de que este buen maestro, colega CTA, fue enviado por las autoridades españolas en convenio con el proveedor radar, a asistirnos en lo que se dio a llamar la transición hacia un nuevo sistema de control de tránsito aéreo.

Los ATS de Uruguay entraban de su mano y de mano de nueva tecnología a un nuevo mundo. Y fue allí, en esa descripción y observación del "nuevo mundo" donde nació nuestro desencuentro. En un momento, ya en territorio nacional y en el trabajo, se me ocurrió citar a Galeano y sus "Venas abiertas".

Nuestras percepciones pasaron a ser tan diferentes que cesaron las influencias, tanto que, tristemente, no hemos vuelto a comunicarnos. Es que de alguna manera proyecté en esa persona y cargué sobre él el peso de la historia. Es que en realidad no era ni es responsable, por si mismo, de los que nos sucedía.

¿Y qué nos sucedió?. La aceptación e implantación de nueva tecnología y nuevos procedimientos precisaba más que técnicos o ingenieros informáticos. Precisaba a las personas que la iban a utilizar, profundamente convencidas y entrenadas para la aceptación

Los anexos OACI relativos al Factor Humano observa estas cosas y recomienda pasos a seguir, especialmente con la automatización y la nueva tecnología. Sólo una visión potente logra el concurso de los individuos y en Tránsito Aéreo eso es vital. Una visión de seguridad hace a una forma de trabajo segura, y el desarrollo de un concepto operacional nuevo debe seguir pasos estricta y fríamente calculados.

Las exclusiones, los criterios de gestión, la tozudez, el despotismo y los resabios de la historia pudieron más. Y los hechos le han dado la razón a mis temores, aunque debo subrayar que aquél excelente profesional no tuvo mucho que ver.

Para ejemplificar la complejidad de la situación de los ATS del Uruguay, permítaseme presentar lo que considero algunas líneas para el esbozo de la situación actual.

Acaba de culminar un proceso de medidas industriales por parte del colectivo de los Controladores con la declaración de Servicio Esencial, coartando así el derecho a huelga.

Los reclamos corporativos no bajaron de tono y las mesas de negociación abiertas para suplir la ausencia de derecho de huelga no han dado más que dilatorias. Las soluciones no aparecen. El estado de indefinición es la norma.

Los ATS han venido constantemente denunciando a distintos niveles de autoridad y sin éxito, las necesidades de reposición de personal. Actualmente la plantilla es escasa y la tendencia es a agravarse.

Los ATS de Sud África han venido realizando en este país reclutamiento de CTAs que atrae a los jóvenes fundamentalmente, pero no únicamente. Nuestra próxima amenaza involucra a casi el 10% de la plantilla. Por otra parte, ¿quién podría culparlos?

No sólo los ATS sudafricanos solicitan a nuestros técnicos. Los proveedores y la región son también tomadores de profesionales uruguayos. La sangría no termina.

Los cuadros mayores están pasando o próximos a pasar a retiro y con ellos la experiencia y el mayor conocimiento.

Los ATS se sustentan, como habrán leído anteriormente en estas páginas, sobre un modelo y concepto incompleto donde la mayor de las preocupaciones es cumplir el día a día, con las tareas de "monitor y micrófono". La planificación, la profundidad en la capacitación o la investigación quedan siempre relegadas por la inmediatez.

En Argentina no termina de reponerse el sistema radar y como para complicar más el escenario hay turnos donde se utiliza y turnos donde no. De estandarización, mejor ni hablar.

En Brasil un número impensable de CTA han sido destituidos y los que quedan están como quemados con leche, ven la vaca y lloran. ¿Quién en su sano juicio querría aceptar los riesgos del Control en esas condiciones?

Las autoridades de aviación civil están entre que cambio y no cambio. Tímidamente se inician procesos y se incorporan nuevas figuras aunque la inclusión de nuevos intereses a los ámbitos de decisión es moneda muy poco frecuente.

La empresa nacional (de bandera) acaba de ser enajenada y con sus nuevos dueños vienen los viejos temores de desempleo, capacitación, nuevas aeronaves, etc.

La discusión sobre las bondades de comunicación y desarrollo que propone la aviación sigue siendo tema para otras latitudes. Como si tuviéramos tiempo y dinero para perder.

Las posibles soluciones para la aviación civil están, por ahora, en la órbita del gobierno y éstos no pueden hacerse los desentendidos, mucho menos cuando se cumple con funciones sociales y estratégicas.

Sostiene E. Valenti, destacado periodista uruguayo, "la diferencia entre gobernar y administrar, es la de asumir todos los riesgos políticos necesarios, la de romper los inmovilismos históricos y avanzar con objetivos claros".

Hoy afirmo que Anselmo no tenía nada que ver. Que las dificultades derivadas de su gestión no fueron su responsabilidad, ni tampoco de la historia. Siempre fueron nuestras y creo que lo que si le puedo imputar es haber dejado al descubierto nuestras deficiencias. Como dice un amigo, " ¿Y ahora qué?"

Fuente: ADG