el bautismo del primer CRJ900 Next Gen fabricado por la canadiense Bombardier.
A pesar que a la nueva aeronave de PLUNA, aún no se le ha puesto nombre, la misma fue bautizada.
También se hizo presente, entre otros representantes del Cuerpo Diplomático acreditado en nuestro país, el Embajador de Canadá, quien en un bastante claro español, destacó la importancia de la operación y señaló que la misma es la más grande en volumen, de la historia de las relaciones comerciales con nuestro país.
Viajaron especialmente para el acto, altos directivos de Bombardier.
Minutos antes de la llegada del Presidente, decoló el nuevo jet, pilotado por el Comandante Eduardo Iglesias bajo la supervisión de los instructores canadienses y se dirigió hacia Punta del Este llevando a bordo únicamente la tripulación.
Cuando se dio la orden, se aproximó a Carrasco y sobrevoló despertando el espontáneo aplauso de la concurrencia.
Instantes después aterrizaba y fue "bautizado" al pasar entre dos unidades del Cuerpo de Bomberos con poderosos chorros de agua cruzados y a sirena abierta.
Hizo uso de la palabra en primera instancia Matías Campiani en un discurso muy apasionado y una vez más, de la nada, hizo aparecer la maqueta de un avión; esta vez fue una réplica a escala del primer The Haviland de PLUNA (el Churrinche), el cual, gracias a los buenos oficios de Sir MIllington Drake, por entonces Embajador británico en Uruguay, pasó a ser uno de los dos aviones con los cuales comenzó la historia de PLUNA, en 1936; el otro fue el San Alberto.
Agradeció, mirando directamente a Vázquez, el apoyo del gobierno y destacó que se pueden hacer buenos negocios entre el Estado y la actividad privada pero con mucho énfasis, destacó la importancia del personal de la aerolínea y dijo que eran verdaderos protagonistas de esta historia.
Cerró la parte oratoria el Ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, quien historió un poco el proceso de asociación con Leadgate y cuando miraba a Campiani señaló: "los amigos de PLUNA S.A.", para luego también, referirse destacando a los recursos humanos de la aerolínea y fue más allá aún al hablar del futuro y apostó por la obtención de la categoría Uno ante la FAA, para poder volar a Estados Unidos.
Primero visitó el avión Tabaré Vázquez con algunos acompañantes y luego los concurentes que así lo quisieron para más tarde, efectuarse dos vuelos "ianugurales" por las inmediaciones.