Mi " curiosidad" periodística me lleva, saludando aqui y allá, a conversar con unos y otros y luego entrevistar al Ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi.
Al finalizar, giro hacia la izquierda, y quedamos cara a cara, face to face, con el Presidente.

Y ahí mismo, enciendo el grabador y conversamos, y le pregunto cúal es su impresión, y responde:" la primera impresión fué un impacto impresionante. Pero los impactos pueden ser negativos o positivos, y éste fué muy positivo. Tiene dos componentes que me premite opinar porque no soy técnico en aeropuertos.
He viajado mucho, he visitado distintos aeropuertos, he quedado asombrado, pero no voy a hablar de esa parte".

"Hay dos elementos que me parecen fundamentales y que están agregados a éste aeropuerto, uno, es una obra de arte y va a servir para expresiones culturales, artísticas, para ofrecer al público esa actividad".
 
"Y lo otro es un aeropuerto que tiene un alma humana, porque en la terraza que estamos, dónde va a poder llegar la gente a ver, a pasear, aunque nadie venga o vaya, mantener la vieja costumbre de los uruguayos a estar en la terraza para recibir a quienes llegaban hace muchos años o se iban".

"Ésto es mantener el corazón de los uruguayos en el Aeropuerto de Carrasco", nos dijo con una tonalidad especial en la voz  y ojos que trasmitían una auténtica emoción. Y continúa " estos elementos agregados me parecen sustanciales y el impacto no puede ser mejor".

Le preguntamos si la obra posibilitará un mayor desarrollo turístico y nos dijo:

"Es un nudo logístico para muchas actividades, una es para el turismo por cierto, para lo comercial ni que hablar, pero con la extensión del aeropuerto para el transporte de carga, para entrada y salida de mercadería, tal cual está pasando en el puerto de Montevideo, le cambia el futuro al Uruguay". "Ésto lo podrán apreciar los uruguayos dentro de dos o tres décadas en toda su dimensión e importancia que esto tiene y que nosotros creemos vislumbrar".

Me detuve en las preguntas, tomé conciencia que lo estaban esperando para que llegara al estrado y dar comienzo al evento, nuestra conversación lo detenía,  y de mi parte no quería tener semejante responsabilidad, aunque  la sensación de amenidad y comodidad era mutua.

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