"Desde el primer año vamos a participar con más del 18% de las ganancias del casino. A lo que hay que agregarle un canon fijo que supera los US$ 2 millones para los tres primeros años de concesión y de US$ 4,5 millones para los 27 años siguientes", resumió ayer el prosecretario de la Intendencia, Jorge Rodríguez, al anunciar la concesión del hotel por 30 años al grupo inversor Codere.
"Creemos que la Ciudad de Montevideo está ante un acontecimiento realmente trascendente y positivo: la
recuperación patrimonial y del entorno del hotel, el emprendimiento turístico y un canon que se va a poder volcar en políticas sociales, que para nosotros son el único sentido de que Montevideo tenga un casino", añadió el jerarca.
"Con esta adjudicación, estamos recuperando patrimonialmente un edificio clave en la ciudad de Montevideo", destacó Rodríguez.
Para el grupo Codere, que operará el hotel bajo la marca Sofitel -de la multinacional francesa Accor-, la firma de la concesión por parte del intendente Ricardo Ehrlich, fue ayer un motivo de festejo.
"Esto es una noticia enorme para la ciudad, porque además de la recuperación de un edificio histórico y emblemático, se trata de trabajo para empresas nacionales, para 250 personas en forma directa y más de 500 de forma indirecta", dijo a El País el responsable del proyecto privado, Guillermo Arcani.
Para la obra civil, el ganador de la licitación escogió a cinco empresas constructoras, a las que convocará a licitación en los próximos meses: sólo una será escogida
Pero desde hace tiempo, Codere ha venido contratando asesores para realizar el proyecto ejecutivo, que deberá entregar a la Intendencia en un plazo máximo de cuatro meses.
"Para el proyecto ejecutivo se necesita un interiorista, especialistas en cocina, audio, iluminación y suelo. Son unos 20 asesores, que uno contrata para tener cubiertos estos aspectos vitales, en un proyecto de esta envergadura. Es algo que no se haría nunca con un edifico chico, o nuevo, pero que debe hacerse con uno de estas características", añadió Arcani.
El ganador de la licitación tiene previsto, además, hacer próximamente otras contrataciones de forma directa. "Por ejemplo, puede ser con la compra de ascensores o de las escaleras mecánicas", indicó el empresario.
Además, en pocos días, Codere estará abriendo una nueva oficina en Montevideo, al lado del hotel, para seguir de cerca todos los procesos.
"Vamos a colocarnos lo más cerca posible para tener un control total y para estar cerca de la comunidad de Carrasco, que de alguna manera es la que se va a ver más impactada por el desarrollo de la obra en el día a día", informó Arcani.
PLAZOS. Codere dispone ahora de 10 días hábiles para depositar la garantía del fiel cumplimiento del contrato, de unos US$ 7, 5 millones.
Lo hará con un aval del Banco de Seguros del Estado, informó Jorge Rodríguez a El País.
Luego, la concesionaria dispone de cuatro meses para presentar su proyecto ejecutivo, en el que viene trabajando desde hace mucho tiempo, por lo que seguramente no utilice todo el plazo que le marca el pliego.
"La garantía ya está totalmente coordinada. Y para el proyecto ejecutivo nos manejamos con el plazo límite que establece el pliego, de cuatro meses. Es un plazo corto, porque necesitamos una serie de aprobaciones a la hora de presentarlo, por ejemplo, de la Comisión de Patrimonio. Pero ya lo tenemos avanzado. Y nuestra intención es volcarle todo el ritmo que sea posible. Estamos en condiciones de implementar el proyecto en los tiempos que requiere el pliego", aseguró el responsable del emprendimiento.
Treinta días después de obtener el permiso de construcción por parte de la Intendencia, comenzarán las obras en el hotel de la rambla montevideana. Según el pliego, no podrán superar los 20 meses.
Las cifras
10 Días tiene Codere para depositar la garantía del fiel cumplimiento del contrato, de US$ 7,5 millones. Lo hará con un aval del BSE.
18% De las ganancias del casino será para la Intendencia. El inversor deberá pagar un canon de US$ 2 millones durante tres años.
Recursos por dos vías
El segundo oferente mejor puntuado en el llamado a licitación, el Grupo Liberman, mantiene su posición de recurrir a la Justicia por los perjuicios que -entiende- le provocó una licitación "plagada de irregularidades".
"Serán avisados por los abogados; seguiremos la vía administrativa y la vía judicial que nos habilite el proceso", dijo a El País el representante del grupo, Marcelo Graniero.
El empresario recordó que el Tribunal de Cuentas de la República (TCR) hizo varias observaciones al expediente y que, sin embargo, el intendente Ricardo Ehrlich decidió seguir adelante con el proceso.
Jorge Rodríguez, por su parte, declaró que "hubo un informe firmado por unanimidad de los arquitectos que fallaron en este punto. Uno era un brasileño de alto prestigio, que representaba a la Federación Panamericana de Arquitectos. También estaba el rector de La Plata, Argentina; un delegado de la Facultad de Arquitectura de Uruguay; el presidente de la Comisión Nacional de Patrimonio y otros dos arquitectos municipales de mucho prestigio".
Rodríguez dijo además que la intendencia no consideró como tales las "observaciones" del tribunal, porque "constitucionalmente está facultado a observar el gasto, y en este caso no se trata de un gasto de la Intendencia".
Al respecto, Graniero declaró: "¿Ahora se olvida la Intendencia que dijo públicamente que llevaba el expediente al TCR para darle transparencia al proceso? O sea que como les salió mal lo del tribunal, ahora dicen que no era necesario enviarlo".
fuente: ANDRÉS LÓPEZ REILLY
El País Digital