Doblemente agradable, pues esta vez se refiere a Montevideo, destino que según el propio cronista, Daniel Altman , no es internacionalmente conocido como lo son Punta del Este y Colonia del Sacramento.
Para Altman, Montevideo es generalmente tomada como una ciudad escala ("stopover"), ya que es una ciudad que no atrapa de entrada y "como los uruguayos se sienta en el asiento trasero y se hace querer poco a poco".
El cronista se sintió particularmente interesado por la Ciudad Vieja y sus museos; el Teatro Solìs y la Feria de Tristán Narvaja la que parece haberlo impactado.
Pasa por la rambla con una escala en Che Montevideo y se maravilla con Carrasco donde destaca el Hotel Belmont y el Restaurante Balthasar.
En Pocitos y Punta Carretas destaca a Da Pentella y La Perdiz.
Como cronista de un sitio nuevo, no parece buscar "los lugares menos transitados", pero si se sorprende con algunas boutiques de la Ciudad Vieja, como la de los diseñadores Litvin y Fresnedo en la Calle 25 de Mayo, con la vista del mar desde cada rincón y la variedad de pájaros en Carrasco.
Altman destaca los chivitos de El Manchester, a los que recomienda
como únicos. Sin embargo le produce cierta ironía que el Manchester tenga al Big Ben de Londres como símbolo. Sin duda, un habitante del hemisferio norte puede confundir Uruguay con Paraguay, pero no cometer estos errores.
Como es habitual en estas crónicas, la vida nocturna y nuestro río como mar y sus playas, no llaman demasiado la atención.
Estas notas aparecen sobre Uruguay de tiempo en tiempo en la prensa internacional y no deja de causar satisfacción su lectura, pero,
los profesionales también debemos saber leer lo que sirve, lo que debemos mejorar o potenciar y destacar ya que la opinión de Daniel Altman, es por supuesto solamente una opinión, pero la opinión de un notorio periodista que escribe en uno de los principales diarios del mundo.