por Sergio Antonio Herrera, desde Lima
A pesar de la distancia y de no haber tenido el habitual "correo de voz"
que se da, cuanto uno está en el habitat cotidiano, me animo a encarar
el tema de la controversia que ha envuelto al Ministro Lescano con
varios actores políticos por sugerir que viaje una delegación
multipartidaria a Sudáfrica en apoyo de la selección.
No esperen que les vaya a decir mi opinión acerca de si tiene razón Lescano, Bordaberry o Larrañaga, ese, es otro tema en el cual no pienso inmiscuirme.
Lo realmente preocupante es que actores de primera línea como los dirigentes opositores citados, con razón o sin ella, le diga uno al Ministro de Deporte que es una vergüenza la sugerencia presentada y el otro, que si Uruguay clasifica para la final y no va, se verá obligado a interpelarlo.
Da la casualidad que por una absurda situación que lamentablemente aún se mantiene, ese Ministro cuestionado por el deporte, es el mismo al que por el turismo, toda la actividad privada pidió fuese redesignado y también el mismo que se convirtio en el único que junto a todo su equipo, fue ratificado en su cargo por el nuevo gobierno.
Divorcio ya
No pueden seguir funcionando juntos deporte y turismo; son incompatibles de verdad y esta coyuntura, por si hacía falta, así lo ratifica.
El turismo, la actividad económica que está de moda en el Uruguay; la misma que la OMT, en acuerdo con el Instituto de la Empresa de España, estudiará como una historia de éxito "El caso Uruguay", necesita un conductor de su principal organismo con la mente puesta en su desarrollo, con todas las baterías dispuestas a tiempo completo para ello y nada de distracción en otros temas.
Cuidemos lo que está bien, de una vez por todas seamos inteligentes y no volvamos "a pelear por la chiquita". Nos vemos.
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