Anteayer, como lo publicamos ayer, concurrimos a un desayuno de trabajo organizado por la CAMTUR donde escuchamos la visión de caracterizados profesionales, notoriamente crítica al proyecto de ley sobre  el nuevo sistema tributario que propone el propio gobierno, las que contaron con la absoluta conformidad de los dirigentes de la Cámara, los que cuando les planteamos nuestra idea en el sentido que sería bueno escuchar la otra campana (invitar a disertar al Ministro Lorenzo), nos respondieron que no hacía falta, que no era necesario.

Para el sábado 31, se anuncia que en la Cuarta Reunión Abierta a desarrollarse en Salto, adonde concurriremos Dios mediante, el Contador Fernando Mier, habitual orador en representación de la corporación, disertará sobre la nueva ley de turismo.

Este último anuncio, tiene sus bemoles; en la segunda reunión abierta, celebrada en Piriápolis, quien disertó sobre el tema fue el Doctor Julio Facal quien desde hace unos años venía trabajando junto a la Cámara al respecto.

En esa oportunidad, cuando hizo uso de la palabra el Doctor Lescano, del mismo modo que dejó en claro que no compartía la idea de crear un nuevo organismo de promoción para el turismo (como también se propuso entonces), a su manera, dijo que la construcción de la nueva ley era un punto en el que estaban trabajando.

No es nada sencillo tejer la telaraña de un relacionamiento positivo público-privado en un sector tan dinámico, en un país tan pequeño con costumbres arraigadas y conservadoras por naturaleza.

Lo que se puede observar a priori, sin haber tenido aún la oportunidad de avanzar en el diálogo con los actores mencionados, es un notorio giro en la estrategia de la CAMTUR que pasa por apostar al tratamiento de temas puntuales que hacen a la marcha de la actividad como el presentado en el desayuno al que hacemos referencia y que ese giro se advierte hacia afuera e inclusive en la interna, como lo señalamos con el cambio de disertante en un tema de tan vital importancia como la nueva ley de turismo.

Sin entrar a posicionarnos, lo cual no correspondería, vemos con mucho interés que se sacuda la modorra y que más allá de actuar en concordancia (o con excesiva buena onda como llegó a indicarse), o por el contrario, transitando veredas diferentes, es bueno que la actividad privada recobre el dinamismo que se había estancado.

En este contexto, aparece un nuevo actor que entendemos ayudará a mantener "movida" la cosa, por las propias características de quienes la comandan, nos referimos a la Caámara de la Industria Hotelera Turística (CIHTU), presidida ahora por Remo Monzeglio.

Seguiremos atentos los acontecimientos. Nos vemos.


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