por terrorismo en tres aeropuertos del Reino Unido y Estados Unidos.
El pequeño Javail Iqbal tiene la desgracia de llamarse igual que un paquistaní deportado por Estados Unidos, circunstancia que amargó las vacaciones a su familia, informa hoy el diario "Daily Mail".
Los problemas comenzaron en Manchester (Inglaterra) cuando la doctora Naushaba Nadeem, de 35 años, y sus cuatro hijos, todos ellos menores de distintas edades, trataron de subir a un avión con dirección a Orlando.
Según Nadeem, en el mostrador de la compañía aérea le comunicaron que el pequeño Javail no podía subir al avión con el resto de la familia porque su nombre aparecía en una lista de personas a las que se prohíbe volar a Estados Unidos.
Tras tres horas de complicadas gestiones, finalmente el problema se arregló y la familia pudo viajar a Disney World y disfrutar allí de sus vacaciones, antes de intentar regresar a su país por una ruta que comenzaba con un vuelo interno desde Orlando hasta Filadelfia.
La pesadilla por culpa del nombre volvió a producirse en el aeropuerto de Orlando, y en el de Filadelfia fue peor porque, al saltar la alarma, cancelaron los billetes de toda la familia, que se encontró de pronto sola en una ciudad donde no conocía a nadie.
Aclarado el malentendido, el grupo pudo regresar al Reino Unido, donde el padre de familia, un anestesista llamado Nadeem Iqbal, de 48 años, afirma que su hijo está "psicológicamente traumatizado por la experiencia y no quiere volar nunca más a Estados Unidos".
"El problema parece limitarse a Estados Unidos porque no pasó nada cuando fuimos de vacaciones a Tenerife (Islas Canarias). No queremos volver a sufrir una experiencia así", agrega el médico.
Los padres, que llegaron al Reino Unido en el 2002 procedentes de Arabia Saudí, han pensado incluso en la posibilidad de cambiar de nombre a Javaid.
El otro Javail Iqbal es un paquistaní de 39 años a quien detuvieron en Nueva York dos meses después de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001.
Iqbal no fue acusado de ningún delito relacionado con el terrorismo y sólo de estar en posesión de documentación falsa, por lo que fue expulsado del país tras un año de detención en el que, según su testimonio, recibió palizas de sus guardianes, por lo que reclama una indemnización al Gobierno norteamericano.