En particular se trata de una especie sudamericana, Inia geoffrensis o delfín rosado amazónico, que sólo se encuentra en los ríos Amazonas y Orinoco.
Accesorios
Un equipo de investigadores brasileños y británicos estudió durante tres años la conducta sexual de esta especie en la Reserva Mamiraua, en el río Amazonas.
Descubrieron un comportamiento que, tal como afirman en la revista Biology Letters, nunca se había visto en un mamífero acuático.
"Realmente son animales muy sorprendentes" dijo a la BBC el doctor Tony Martin de la Unidad de Investigación de Mamíferos Marinos de la Universidad St Andrews, en Escocia, y principal autor del estudio.
Según los científicos esta especie en particular ha estado aislada durante millones de años de otras especies de delfín y por eso ha evolucionado de forma muy distinta de otros delfines.
"Descubrimos que el boto -como se le llama en Brasil- utiliza "accesorios" para atraer a las damas delfines", dice el doctor Martin.
"Quizás esta conducta se asemeja a la de los hombres que suelen lucir su auto de lujo, o comprar un ramo de flores para conquistar a las mujeres", agrega.
Lo que hacen los botos es recoger pedazos de madera o montones de lodo y exhibirlos ante las hembras.
Pero, tal como explica el experto, lo hacen de forma muy ritualizada, por ejemplo se acercan a la superficie lentamente en una postura vertical llevando los accesorios en el pico y después se sumergen rotando sobre su propio eje.
"Creemos que lo que intentan es impresionar a las hembras y hacerles saber que serán buenos padres y a la vez intimidar a otros machos rivales", explica el investigador.
A la vez que llevan a cabo su "ritual", nadando haciendo ondas y aventando sus "accesorios" hacia la superficie, también muestran mucha agresión hacia cualquier macho que esté cerca.
Los investigadores llegaron a esta conclusión porque se dieron cuenta de que esta conducta de llevar ramas y rocas es exclusiva de los adultos machos y lo hacen cuando hay hembras presentes.
Y aunque los machos son más agresivos hacia otros machos cuando llevan a cabo su ritual, nunca parecen golpear a otro ejemplar o pegarle con una roca o planta.
Casi humanos.
"A medida que vamos descubriendo más sobre los delfines y otros cetáceos, más similitudes vamos encontrando entre su conducta y la conducta de los primates", dice el doctor Martin.
"Y este estudio lo demuestra, ya que los botos tienen una conducta sexual que sólo se parece a la de los humanos y hasta cierto punto a la de los chimpancés".
"Me parece que, igual que casi todos los mamíferos, los delfines también piensan en sexo la mayor parte del tiempo y ésta es una forma de demostrarlo", señala.
El delfín rosado amazónico, que como su nombre lo indica es de un color rosado muy vívido, suele medir hasta 2,5 metros de largo y pesar 150 kilos.
Y ese color rosado también es parte de su "exhibición de poder".
"Esta piel rosada es en realidad tejido cicatrizado, resultado de las peleas que suelen sostener los machos", dice Tony Martin.
"De hecho entre más rosado el ejemplar, probablemente se le ve como más fuerte y más poderoso", agrega.
El boto es el ejemplar más grande de las cinco especies de delfines de agua dulce, pero sus poblaciones están cada vez más amenazadas.
"En los cinco años de este estudio -dice el doctor Martin- vimos desaparecer a la mitad de los ejemplares que vivían en nuestra zona de investigación".
La investigación forma parte del "Projeto Boto", diseñado para conservar al delfín amazónico y su hábitat.
fuente BBC Mundo.com