Este domingo, el departamento boliviano de Santa Cruz aprobó en controversial referendo su estatuto autonómico.
Según las encuestas a boca de urna, el "Sí" habría obtenido cerca del 85% del voto.
Los resultados oficiales y definitivos tardarán al menos tres o cuatro días en conocerse.
Pero la victoria del "Sí" parece estar más allá de las dudas.
En cambio, el efecto que pueda tener este referendo -descrito como ilegal por el presidente Evo Morales- sobre las relaciones entre Santa Cruz y el gobierno central en La Paz es el gran interrogante que se abre a partir del lunes.
El presidente boliviano respondió el domingo al resultado de un referendo que buscó descalificar de diversas maneras, haciendo un nuevo llamado a los mandatarios regionales, o prefectos, para dialogar acerca del espinoso tema de las autonomías.
No obstante, resulta difícil pensar que las autoridades locales de Santa Cruz lo harán en los términos que originalmente planteaba Morales, es decir, dejar el tema en manos del proceso constituyente nacional, cuando han recibido lo que consideran un fuerte mandato popular para empezar de una vez con su versión de la autonomía, sin esperar el permiso de La Paz.
Fiesta en la capital
En la capital departamental, Santa Cruz de la Sierra, la fiesta arrancó hacia las seis de la tarde, cuando ya las encuestas daban indicios claros de la victoria electoral para los proponentes del referendo.
Hubo diversas protestas contra el tema autonómico en diversas partes del país.
La gente se volcó sobre la plaza principal, repitiendo entre muchos otros estribillos el de "No tenemos miedo, carajo".
Muchos manifestaban la satisfacción de haber desafiado a un gobierno nacional que había advertido de consecuencias gravísimas si se llevaba a cabo el referendo, y que había planteado que se trataba de una conspiración alentada por Estados Unidos para desestabilizar al país.
El gobierno nacional también insistió en que la propuesta autonómica no era más que la expresión de los intereses de la élite cruceña, que quería asegurar mayor control de los recursos fiscales para beneficio propio, y detener programas nacionales que supuestamente no le convenían, como el de la reforma agraria.
Pero resultaba difícil negar este domingo que la popularidad del movimiento autonomista en Santa Cruz no se limitaba a unas cuantas familias poderosas.
Los que celebraban en la plaza eran miles.
Manifestaciones en la periferia
Sin embargo, la jornada electoral también dejó entrever las divisiones sobre el tema autonómico que hay en Santa Cruz, para no hablar de las existentes en el resto del país.
Hoy iniciamos el camino hacia un moderno estado, que en principio se forjará hasta convertir a Bolivia en el estado unitario más descentralizado de toda nuestra América Latina Rubén Costas, prefecto de Santa Cruz
Mientras en el centro de la capital departamental se votó y celebró en paz a lo largo del domingo, en la periferia de la ciudad la historia era distinta.
El barrio Plan 3.000, poblado principalmente por gente proveniente del altiplano y en donde Evo Morales mantiene su popularidad, la jornada se caracterizó por manifestaciones contra el referendo.
Un joven habitante de Plan 3.000, Alberto Rodríguez, le dijo a BBC Mundo que "si me dieran la oportunidad de votar, agarro el papel y se los rompo en la cara".
Minutos después, y a escasos metros de ahí, se iniciaron disturbios entre defensores y proponentes de la propuesta que habrían dejado al menos una docena de heridos.
También en áreas rurales del departamento que incluyeron a San Julián, Yapacaní y Montero, las reyertas entre seguidores de Evo Morales y los que defendían la propuesta autonómica llevaron a incidentes que incluyeron urnas electorales quemadas, caminos bloqueados y nuevamente heridos.
Además, debido a que la consigna de los opositores al referendo era la abstención, sólo se podrá cuantificar realmente su número al terminar de entregarse la información sobre participación en los comicios por parte de las autoridades electorales departamentales.
En este sentido, al sumar los abstencionistas al voto del "No", la derrota de los gobiernistas podría no ser tan grande como parecía en la noche del domingo.
El altiplano protestó
Más aún, el gobierno de Evo Morales salió la noche del domingo a reclamar una victoria política que, de algún modo, hacía contrapeso a la derrota sufrida en Santa Cruz.
Muchos consideran que el referendo fue una suerte de plebiscito sobre la gestión de Morales.
En ciudades andinas como Cochabamba y El Alto se produjeron impresionantes manifestaciones de repudio al referendo autonómico de Santa Cruz y de apoyo al gobierno nacional, cuya asistencia la prensa local calculó en decenas de miles de personas.
Muchas de esas manifestaciones hacían eco de una de las denuncias persistentes del gobierno nacional: que los autonomistas cruceños buscaban atentar contra la unidad nacional.
Sin embargo, el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, al hacer su primera intervención después del referendo en la plaza principal de Santa Cruz, insistió en que su proyecto político no es separatista y permanece fiel a Bolivia.
"Hoy iniciamos el camino hacia un moderno estado, que en principio se forjará hasta convertir a Bolivia en el estado unitario más descentralizado de toda nuestra América Latina", señaló Costas.
El día después
Nadie sabe exactamente qué va a pasar a partir del lunes, cuando los cruceños empiecen a reclamar la implementación del estatuto que aprobaron y que el estado central insiste en declarar ilegítimo.
La norma aprobada le otorga a Santa Cruz una serie de poderes en las áreas administrativa y de manejo económico y político que se asemejan mucho a una federalización del país.
Al respecto, el ex presidente boliviano Jorge Quiroga dijo a BBC Mundo que "el gobierno tendrá que reflexionar sobre lo que ha ocurrido aquí".
Para muchos, este referendo era una suerte de plebiscito sobre la gestión del presidente Evo Morales.
Y es claro que los resultados no le son muy favorables en Santa Cruz.
Nadie cree que el gobierno nacional simplemente autorizará todas las pretensiones descentralizadoras planteadas en el referendo.
Pero tampoco sería descartable un cambio sustancial de posición, luego de que Morales se comprometiera tan a fondo con el rechazo al proceso autonomista de Santa Cruz, y que por cuenta de esa postura recibiese lo que muchos describen como la peor derrota política en lo que va corrido de su gobierno.
fuente: BBC Mundo