la actualidad para los desplazamientos de sus ejecutivos, después de que un diario de Nueva York revelara ayer los planes del grupo bancario.
"Citi no tiene intención de comprar ningún avión nuevo", afirmó este martes la entidad bancaria en un comunicado de prensa. Un día antes, portavoces de la compañía habían asegurado que el banco había tomado la decisión de comprar el avión dos años antes y que cancelar el contrato a estas alturas habría supuesto tener que pagar una "multimillonaria" indemnización al fabricante del aparato.
El banco, que recibió hace unos meses 45.000 millones de dólares del plan de rescate de Wall Street lanzado por la Casa Blanca para hacer frente a la crisis, tenía previsto comprar un nuevo Falcon 7X, un jet ejecutivo de lujo de fabricación francesa con capacidad para ocho pasajeros y tres tripulantes y una autonomía de vuelo de casi 6.000 millas náuticas.
El comunicado de este martes llega unas horas después de que funcionarios de la Casa Blanca telefonearan a los ejecutivos de Citigroup para expresar su malestar por los planes del grupo, según informa la cadena ABC, que asegura que el presidente estadounidense, Barack Obama, también se había mostrado crítico con la operación.
La empresa que fabrica los aviones, Dassault, ofrece a sus clientes la opción de personalizar el diseño interior de cada aparato "para adaptarse a su estilo y nivel de lujo", desde telas, cueros y vajillas de porcelana hasta la más moderna electrónica de negocios y entretenimiento, todo diseñado para ser cómodo y eficiente, "tanto para trabajar como para relajarse, cenar o dormir".
Citigroup anunció hace dos semanas que al cierre del ejercicio fiscal de 2008 registró pérdidas de hasta 18.715 millones de dólares (algo más de 14.000 millones de euros). Además, confirmó que se dividirá en dos negocios separados para optimizar el negocio global del banco de cara a restaurar la rentabilidad de la entidad y aprovechar las oportunidades de futuro.
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