El Museo cuenta como columna vertebral con una colección de más de dos mil piezas, única en el mundo por sus valiosas piezas de mates, como los mas pequeños del mundo, yerberas de las carretas, mates y bombillas de cristal, históricas, libros sobre el mate, antiguos instrumentos musicales con calabaza matera y otros objetos funcionales construidos con mates. También se puede encontrar aquí el primer termo del mundo, mates de porcelana de Italia, Checoslovaquia, Inglaterra, Francia, Alemania, entre otros países europeos. Pavas, calderas, calentadores, bombillas, los más antiguos envases de yerba (c. 140 años), etcétera.

Todos ellos resguardados en esta verdadera joya de colección con piezas de más de doscientos años.

Su creador Francisco Scutellá, artesano, restaurador, escritor, investigador costumbrista, a través de muchos años fue recibiendo y buscando estos elementos con los que ha recorrido el país, haciendo conocer el lado mas profundo de la costumbre de matear.

Desde Tigre, este verdadero centro turístico cercano a la ciudad de Buenos Aires y a donde llega una gran cantidad de visitantes del interior y del exterior, atraídos por recorrer los paisajes que solo ofrece el delta bonaerense, el Museo del Mate responde a ese interés especial por conocer la vida del hombre de campo, sus costumbres y usos.

Precisamente la costumbre de matear es parte de ese interrogante que despierta curiosidad en el visitante y por tanto se abre una amplia puerta que introduce, de una forma diferente, a un recorrido por nuestra historia.

Uno de los objetivos que perseguimos es que partiendo de este museo se proyecte al gran público nacional e internacional la tradición argentina y de la región.

Sin lugar a dudas y tratándose de una colección sin igual y grandiosa, resulta en que estamos hablando de haber generado un nuevo atractivo al país.

Este emprendimiento desarrolla aledañamente todos los contenidos históricos, culturales y comerciales que giran alrededor del mate.

El museo se instaló en una casona que con su arquitectura acompaña su contenido. Las dimensiones y comodidades responden a la necesidad de mostrar en un recorrido todas las piezas y que además esto se haga con el mobiliario y la presentación acordes. Una buena sala de recepción está seguida de otros ámbitos donde las piezas son exhibidas y guías especializados satisfacen todas las demandas de los visitantes.

Un auditorio especialmente acondicionado sirve como base para que a través de videos se dé a conocer todo el proceso de producción de la yerba mate.

Un tercer sector lo constituye una matera, en la que se muestran costumbres camperas con degustaciones de mate y otros productos que acompañan al consumo de la bebida. En la misma se ha colocado un verdadero “cielo de mates” que da al lugar una ambientación muy especial.

El museo abre sus puertas de miércoles a domingos y feriados de 11 a 18 horas en temporada invernal y de 10 a 19 horas en el resto del año.

Desde Tigre, el Museo del Mate ha comenzado a atender una demanda turística y cultural hasta hoy insatisfecha. Ha creado una nueva, ágil y cercana oferta sobre la tradición con un contenido y una riqueza inigualable.

Pone ante los ojos de todos los argentinos y del mundo esta muestra de la costumbre que más nos identifica.

Despierta en los visitantes locales expresiones de asombro, nostalgia y orgullo por las piezas que lo componen.

Responde plenamente a extranjeros acerca de la curiosidad que tienen sobre esta bebida y muestra su sana condición como producto natural y como costumbre social.

Suma una estrella más al cielo de atractivos de Tigre.

Convoca a buscar entre sus piezas a la expresión más genuina de la amistad y la creación de vínculos entre las personas, como solo se encuentra en la sana costumbre de matear.

en base a: Hostnews