Nos unió el turismo y el periodismo en un Congreso Extraordinario de COTAL que se realizó en San Pablo, a comienzos de los setenta; yo asistía como agente de viajes y él, como periodista de Canal 4, junto a la cámara de otro grande: Jorge Sonino.
De ahí en más, la vida nos juntó y nos separó profesionalmente en forma caprichosa pero, afectivamente, se mantuvo la constante de amistad fraternal.
En
Cuento Cholulo, publicado el 21 de enero de este año. en este mismo sitio escribí: "iniciamos nuestra participación en radio; fue en ALFA FM, en el programa Primer Plano conducido por el gran amigo Ignacio
Suárez,querido maestro de periodismo, "culpable" de nuestros pocos aciertos y totalmente inocente de nuestros defectos."
Esta semana, precisamente el miércoles próximo, 26 de noviembre, a las 16 horas,en el Museo y Archivo Histórico Municipal, en el Cabildo, Montevideo homenajeará a Ignacio Suárez, poeta, docente, escritor, periodista, honrándolo al designarlo, por resolución del Legislativo Comunal: Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Montevideo.
Al conocer la noticia, se me vinieron encima como en alud, sentimientos propios y vivencias compartidas.
Entre los primeros, el gran orgullo de figurar en la nómina de amigos de un Ciudadano Ilustre,ahora con cerificado... y el reconocimiento por todo lo que me dio, por lo que me enseñó de periodismo pero más que ello, por su mensaje frente a la vida, por su filosofía ejemplar, sus códigos y su permanente espíritu transgresor de eterno adolescente.
Iniciar cada mañana juntos, el programa de radio era: asistir a clase, disfrutar al mango, reconocernos y crecer.
Por su generosidad, entrevistamos a la más variada gama de personajes, como políticos, artistas, profesionales y nos habituamos al diálogo con la audiencia, la gran audiencia de esas mañanas inolvidables en el 96.3.
Pablito Estramín y Yamandú Palacios, compartían el estudio, aún, si no eran nota, simplemente venían a tomar mate con nosotros.
Junto a Nacho, Pablo y Yamandú, cruzamos 18 desde el bar de la esquina de Minas, hacia El Galpón, al velatorio de Don Alfredo Zitarrosa.
El mismo Alfredo a quien Nacho le dijo: "para mi, sos Gardel", cuando después de una "tenida" de toda la noche, en el Boli Bar de Paraguay y San José,adonde sin cita previa, se fueron sumando otros grandes como Pepe Guerra o Capella, le respondía al respetuoso pedido del gran cantor, por la autorización para grabar tres temas de su autoría.
"La soledad, con el alcohol suelta un gorrión, que por el aire del alma se va..." se hizo un clásico en la voz incomparable de Zitarrosa y esa soledad, la misma quizás a la que esquiva Nacho desde siempre, es la que lo ha hecho un ser muy receptivo, abierto y tal vez por ello, juntos, compartimos soledades, algunas tan grises que nos hacían saltear el almuerzo, ocupando ese tiempo en soñar, en crear, aunque protestaran las tripas.
En esta increíble fauna montevideana, cultora de la uruguayez despectiva, no va a faltar quien diga: "¿Ciudadano Ilustre?...si lo veo siempre caminando por 18 de Julio..."
Por fortuna, yo también lo sigo viendo, de vez en cuando, haciendo el mismo trillo que juntos, recorrimos por años y me emociona saber que la Capital, homenajeará a este gran rochense, como ya lo hizo siempre el supremo, su pueblo, pero también la Academia Nacional de Tango de la República Argentina, nombrándolo "Catedrático de Tango".
Por fortuna, también sé, que al inicio de los setenta escribe los poemas que conformaron el trabajo discográfico Poeta al sur, musicalizados e interpretados por el cantautor Yamandú Palacios.
Trabajo que, con el paso del tiempo, se convirtiera en un verdadero hito.
Algunos investigadores han coincidido en que ese Long Play, fue el punto de inflexión fundamental entre el movimiento del Canto Popular uruguayo, inicialmente de raíz folclórica, de temática telúrica, con el mundo del tango y la milonga ciudadana.
Alfredo Zitarrosa consideraba que "Poeta al Sur", el LP, había marcado un nuevo tiempo en el tratamiento de la poética urbana y por ello, con agrado, integró a su repertorio tres de sus temas, como un homenaje a la obra y a sus autores que, además- decía- son mis amigos : Los boliches, María de las esquinas y Poeta al sur. Convencido de que eran: verdaderos espejos de la sensibilidad ciudadana rioplatense de fines del siglo XX . Por su parte, el poeta y novelista Enrique Estrázulas sostuvo que, en ese Opus, poeta y músico habían retomado- quizá sin saberlo- la esencia urbana de las singulares milongas montevideanas de fines del siglo XIX y comienzos del XX, expresándose - sin caer en facilismos - en la placa musical como en el libro.
El Maestro César Zagnoli, dijo a su vez: Sin las actitudes parricidas de ciertos autores del "modernismo" - tantas veces negadoras del pasado- la obra ciudadana de Nacho Suárez es un eslabón de fino equilibrio entre su estructura y su contenido. Sensible y respetuosa, une armoniosamente los modelos musicales y poéticos de la década del ´40 con el tango contemporáneo. Eslabón que, a mi gusto , estaba faltando.
Pepe Guerra recuerda que el Maestro Ruben Lena les hacía escuchar tanto a Braulio como a él ,Los Olimareños, los temas de Poeta al Sur, analizando minuciosamente su poesía, sus giros, sus metáforas. Realizando con admiración, pero también con gran rigor, una verdadera disección literaria de los textos.
Musicalizaron sus poemas - además de Yamandú Palacios, Washington Carrasco, Carlos Benavídes, Raúl Ciruja Montero,Omar Romano, Yabor, Juan José de Mello, Silvio Ortega, Enrique Rodríguez Viera, Daniel Queirós, Carlos Garrido, Enrique Gómez, Andrés Stagnaro, Darío López- El Hachero- Daniel Guerra y últimamente, Mercedes Sosa.
El eterno seductor, el galán que suple con indisimulada coquetería la escasez de centímetros, ha edulcorado oídos y halagado lecturas de las más bellas damas pero siempre tuvo la atención macro de la realidad, de otra manera no podía haber escrito jamás:
"María quiso encontrar/de su sombra su color/y perfumó de mujer/la esquina del callejón."Por eso querido Nacho, como probablemente no esté en Montevideo, cuando recibas este tan merecido homenaje de la ciudad que adoptaste, permitime robarte una estrofa de tu genial creación, para dedicártela, porque pocas veces, una hilación de palabras, pinta tan exactamente al propio autor:
Porque estás vivo y al Sur/entre los muertos y el mar/y canta tu corazón,/cuando quisiera llorar,llorar por eso de andar/solitario y sin saber/en qué verso has de beber/la lluvia azul del atardecer.
Antonio