por Pedro Eduardo Pascual
Masiva afluencia a las diversas playas desde Tramandaí a Torres
escapando a los casi 35 grados que marcaron los termómetros en Porto
Alegre. El movimiento entusiasmó mucho a hoteleros, propietarios de
restaurantes e inmobiliarias dedicadas a alquileres de temporada.
Tanto hoteles , como restaurantes y bares, tuvieron un movimiento que ni ellos mismos podían preveer algunos dias antes, cuando el mar riograndense se mostraba perturbado y revuelto poco propicio para baños.
El pasado fin de semana con tiempo seco, de alta temperatura y viento calmo, anticipó lo que podrá ser la
temporada veraniega en las playas riograndenses del sur brasileño.
Los balnearios más conocidos y próximos a la capital Porto Alegre,como Tramandai y Capão da Canoa, están cumpliendo una ardua tarea de limpieza después de varios temporales con fuerte viento y lluvias torrenciales en los últimos dias.
Al ver y escuchar diversas declaraciones de autoridades municipales, es evidente el entusiasmo y optimismo en relación a la temporada que está por inciarse.
Junto a millares de playeros, se pudo notar que una gran preocupación de las autoridades, es la seguridad para los visitantes tanto en las ciudades como propiamente en las playas, donde este año fueron destacados y están siendo preparados cientos de salvavidas provenientes de destacamentos militares y sometidos a intensas jornadas de entrenamientos.
En Torres, principal baneario de la región sur de Brasil, es notorio el optimismo, en donde sabemos existen muchas reservas de Uruguay.
No es nuevo, que sabemos que el trade turístico uruguayo es importante mercado emisor de alojamientos, ventas y operaciones diversos a Rio Grande del Sur y obviamente a sus vecinos de Santa Catarina.
A propósito de Santa Catarina, autoridades de balnearios próximos a la zona trágica y víctima de indudaciones y derrumbe de cerros y quiebra de carreteras, están lanzando diversidad de aclaraciones en lo que tiene que ver con la tranquilidad y belleza de sus playas, que para nada fueron afectadas por las perversas situaciones climáticas que afectaron principalmente a los municipios de Blumenau e Itajaí.