Textualmente, la nota recibida exponía que: “una respuesta positiva y enérgica de todos los interesados -encabezada por sus gobiernos- enviaría un mensaje claro que el sector turístico se preocupa sinceramente por el bienestar de las personas, sus tradiciones y culturas, el futuro del turismo y el de nuestro planeta”.

El Comité Mundial de Ética del Turismo (CMET) aprobó el Mensaje de Madeira en junio de 2007 como respuesta a los grandes retos (cambio climático, pobreza, fanatismo religioso, intestabilidad, etc.) y los dilemas éticos que estas cuestiones plantean al sector turístico.

La decimoséptima reunión de la Asamblea General celebrada en Cartagena de Indias del 23 al 29 de noviembre de 2007, hizo suyo el Mensaje de Madeira instando a los Miembros de la OMT a prestar una atención renovada a la aplicación del Código Ético Mundial para el Turismo. Su aplicación es de fundamental importancia para el desarrollo y éxito del sector. Los valores en los cuales se basa este Código son en esencia, los mismos valores en los que se sustenta la Declaración del Milenio del año 2000.

Precisamente, el Código crea un marco de referencia para el desarrollo responsable y sostenible del turismo mundial al alba del nuevo milenio. Su texto se ha inspirado en numerosas declaraciones y códigos profesionales similares que lo precedieron, y a los que añade nuevas ideas que reflejan el incesante cambio de nuestra sociedad en el comienzo del siglo XXI.