Desde el 20 de marzo de 1989, la Oficina del Ministerio de Turismo y
Deporte en Porto Alegre promociona nuestro país en Brasil. Ubicada en
el propio Consulado Uruguayo en el barrio Higienopolis, allí se hacen
tareas de difusión en todos los niveles, suministrando información al
público y operadores, manteniendo el
relacionamiento con la prensa, y desarrollando la logística necesaria para los eventos en los que participa el Ministerio, por nombrar algunas.
Los resultados del trabajo que lleva este tipo de oficina, están a la vista: en estos 20 años, el número de turistas brasileños que arriba a Uruguay se triplicó, pasando de 102.675 en 1988, a 297.332 en 2008.
Graciela Ruglio la instaló y abrió en 1989, recordando que por ese entonces, realizó un trabajo muy intenso con los operadores turísticos locales, principalmente agencias a las que les llevaba información y folletería.
Esta funcionaria, que continúa trabajando en el Ministerio (en la Oficina de Prensa y Relaciones Públicas), conserva cartas de felicitación de agentes turísticos del país norteño, así como de periodistas que fueron atendidos por ella.
Rumbo a las Termas de Salto: Martha Aldunate (sentada), Antonio y la colega Dirce BrazilDesde 1991, Martha Aldunate está a cargo de esta oficina, implementando diferentes acciones de promoción de Uruguay. Una de sus favoritas es la que lleva a cabo en los meses de agosto y setiembre, cuando visita colegios que organizan sus viajes de fin de año, a los efectos de proporcionarles información, pasarles dvds, y contarles cómo es nuestro país, su cultura y costumbres.
En conjunto con Mariella Volppe (del Ministerio de Turismo y Deporte), se encarga de la participación ministerial en Unión Gaúcha de Agentes y Representantes Turísticos (UGART) en Porto Alegre, el Salón Paraenense de Turismo en Curitiba, y el Festival de Turismo de Gramado. Además, es todo un referente para la prensa del sur de Brasil, siendo constantemente invitada a programas de radio y televisión para hablar de Uruguay.
De todos estos años de trabajo, rememora una anécdota que ilustra no sólo su labor, sino uno de los atractivos turísticos más valiosos del país: "había un señor que siempre me consultaba sobre lugares para conocer en Uruguay en viajes de tres días. Cuando le aconsejé pasar más días, en vez de viajar tres veces por año, me contestó: voy a darme un baño de cultura y por eso viajo tres veces o más al año".