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Viernes, 15 Mayo 2009 03:46

El destino: del paragolpe al cementerio

por Carlos Montero
Hoy cumplen 6 meses los veinte corresponsales nacionales de las radios públicas. Con cariño, al equipo de corresponsales, en su primer medio año, hoy quisiera hablarles 'profundamente' de la suerte y el destino


Un transeúnte corre al ómnibus, antes que parta de la parada,
y alcanza jadeante la portezuela sin llegar a ver el destino.
-¿Hasta dónde va este ómnibus? pregunta al chofer que arranca.
-"Hasta el mismo paragolpe", contesta el ocurrente conductor,
con la clásica amabilidad de la que hace gala nuestro pueblo.
-Es que quiero ir al Cementerio, aclara el promitente pasajero.
-"Entonces no suba y tírese adelante" remata el irónico grosero.

Por más que "Destino" se identifique con el término de un viaje,
y "Suerte" se use como otro nombre de la buena fortuna por azar,
en las acepciones más castellanas, son adoptados como sinónimos.

En realidad, ni todo destino está al final de la jornada,
(si no, que lo digan los choferes del transporte público)
ni toda suerte podría traducirse como una vida afortunada
(el timbero habla de suerte en el juego y mal en el amor).

Aunque peor le va a los que tienen suerte en la ruleta rusa
en donde "suerte" y "destino" se unen al vaciar el cargador
con las cápsulas a las que mi querido Darnauchans cantaba.

De los tiempos bíblicos a los de los colonizadores borbónicos,
en cada sucesión se "repartía suertes" como partes de herencia
o entre los colonos se distribuían las "suertes de estancias":
El destino final del muerto troca el destino temporal del vivo.

La principal certeza en la vida es su "parco" final,
y su principal incertidumbre es la extensión o delay
(o sea, cuánto podemos retrasar la siega de la Parca)
mostrando resistencia a la intensidad en pro de durar
como ser humano con sentido y no meros sobrevivientes.

Este medio año "al aire" juntos, puede considerarse un destino,
en la acepción omnibusera de una etapa de sentar bases sólidas
e integrarnos a los diversos programas y servicios noticiosos,
-cumplida tras la postulación abierta hasta setiembre del 2007,
-la designación formal de la coordinación en diciembre de 2007,
-rastrear y agendar fuentes en 18 departamentos hasta julio 2008,
-selección de candidatos que trató el jurado del 3 de setiembre,
-proceso de documentación para contratación hasta llegar octubre,
-desarrollando ejes departamentales y entrenando estilo nacional
-practicando sistema de trabajo hasta el 14 de noviembre de 2008.

Ese día, con la contratación en vigor, comenzó a regir el salario
y llegaron a la coordinación vuestros primeros mails de apertura,
con los temas con que los 20 corresponsales debutaron el día 15.

Un "viernes 15" de noviembre igualito a este "viernes 15" de mayo,
pero muy diferente: conocemos mejor virtudes y defectos del Otro,
lo cual es la 'suerte' que heredamos para granjear mejor 'destino'
y emprender el nuevo baile pisando con cariño callos descubiertos.
Habiendo constatado, de mi parte, cuántas más son vuestras virtudes
-siempre pasibles de potenciar y pulir- que los defectos por superar
y confiar cuánto mejor será nuestro servicio común que el ya cumplido.

Digamos que Uds. son el "destino" (la meta para la que me trajeron),
luego del que -ya alcanzado- mi tarea original no tendrá más sentido.
Pero el destino del conjunto de nosotros, en otra acepción no rozada,
es servir a la audiencia de las radios públicas que paga estos sueldos.

Volviendo a la 'liviandad' de la broma -que no debí haber abandonado-
digamos como que, quien suscribe, es vuestra "suerte" (buena o mala):
Ustedes no tienen la culpa del azar por el peludo (barbudo) de regalo
que los leguleyos llamarían una herencia sin beneficio de inventario.
¡Brindemos no sólo porque sobrevivimos sino por lo intenso que vivimos!  

La suerte de Jorge Vittori como Director de Comunicaciones en Río Negro
y de Gonzalo Waller cual informativista y universitario en Montevideo,
nos pone ante el desafío de desearles juntos el mejor de los destinos.

Igualmente amplía el reto de replicar el estilo en quienes les sucedan,
para la unidad de presentación -misión de paragolpe que oficio a diario-  
en "terapia de choque" que a ninguno de Ustedes llevará al cementerio.

Abrazos a todos y démonos crédito para el próximo semestre,
con nuestro bautismo como equipo en la cobertura electoral,
y bienvenida al primer relevo de nuestras/os 20 pioneras/os.

Con cariño,
Carlos Montero