
La inflación, la crisis energética y el conflicto rural avizoran
panorama oscuro. Anuncio oficial no bajó los decibeles del conflicto La
perspectiva que menos buscaba el gobierno argentino, la de un
"enfriamiento de
su economía", es la que comienza a verse de manera más clara por los grandes jugadores de Wall Street, que ya hablan de un "aterrizaje forzoso".
Los tres meses de conflicto del campo con el gobierno influyen. Pero también la inflación ascendente, la escasez energética y la falta de un flujo de inversiones que consolide el crecimiento son los factores que llevan a este análisis.
Apoyado sobre esos factores, el banco de inversión Barclays redujo de 7,4% a 5,5% su pronóstico de crecimiento para ese país este año, y lo recortó aún más para 2009: de 5% a 2%.
Para el economista de esa firma Eduardo Levy, la inversión más baja, el consumo debilitado y una inflación "difícil de volver a tener bajo control" conforma la descripción de un "aterrizaje forzoso".
La metáfora no es casual. Morgan Stanley la aplicó semanas atrás para titular uno de sus últimos informes sobre Argentina: "Aún hay tiempo para un aterrizaje suave". A su vez, JP Morgan, que asegura que el superávit fiscal no es sostenible, bajó su previsión de crecimiento para 2009 a un 3%.
De acuerdo con Levy, de Barclays, las expectativas inflacionarias rondan el 30% anual, mucho más de lo que los indicadores oficiales -a cargo del Indec- están dispuestos a asegurar.
Las evaluaciones sobre Argentina, comparándolas con sus vecinos, la muestran cada vez menos atractiva para los inversores. En una evaluación hemisférica del Instituto Empresario Estadounidense (AEI, por la sigla en inglés), Argentina y Venezuela recibieron la calificación "F", la más baja, por adoptar "medidas populistas que les hará más difícil imponerse a las presiones inflacionarias". Por el contrario, Brasil y México obtuvieron una "A".
Para el analista de Servicios para el Inversor de Moody`s en Nueva York, Gabriel Torres, lo notable es que los nubarrones argentinos se acumulen cuando la situación externa es inmejorable para las exportaciones de materias primas. "No tiene sentido que estemos hablando de una crisis en medio de este auge mundial de las commodities. Revela lo autodestructiva que es esta situación".
El ex director para América Latina del Fondo Monetario Internacional (FMI) Claudio Loser cree que otra metáfora puede aplicarse a la actual puja de la Casa Rosada y el campo, mientras pasan las oportunidades para el país, según publicó The International Herald Tribune: "Están matando a la gallina de los huevos de oro".
Hoy los grandes capitales internacionales lo piensan dos veces antes de entrar en Argentina, en particular cuando se trata de evaluar proyectos de inversión a mediano plazo. Es decir, con retornos de entre dos y cinco años.
Eso explica, en parte porqué si la inversión promedio en América Latina y el Caribe creció un 46% en 2007, según un informe de Naciones Unidas, mientras que en Argentina lo hizo sólo por un 14%.
El flujo hacia el país fue apenas un sexto de los registrados en Chile y Brasil. Con amplias ventajas entre sí, ambos vecinos de Argentina figuran mejor posicionados en el último Índice de Libertad Económica (IEF, por la sigla en inglés), a cargo de la fundación Heritage y el diario The Wall Street Journal.
En ese índice, Chile aparece octavo, junto con Uruguay (40°), Perú (55°) y Paraguay (77°), y muy por encima de Brasil (101°) y Argentina (108°), sobre un total de 157 naciones relevadas. "En vez de perpetuar las dádivas ineficientes del Estado de bienestar y una redistribución del ingreso basado en un modelo económico insostenible, el gobierno argentino debería mirar hacia el Oeste y emular el éxito que Chile ha obtenido con la combinación de reformas económicas neoclásicas, privatizaciones y un gobierno limitado", dijo James Roberts, del IEF.
Seguir calientes
El ex ministro de Economía argentino Martín Lousteau era proclive a impulsar un crecimiento sostenido del país a un 5,5% o 6% anual. Creía que de esa manera se podría evitar una crisis grave y mejorar los ingresos de la gente. Pero la presidenta Cristina Fernández (y mucho menos su marido y antecesor, Néstor Kirchner), querían un "enfriamiento", ni bajar el crecimiento anual de 8%. Lousteau renunció.
La banca teme que siga pasos del agro
El destino de la "renta extraordinaria" de las exportaciones de soja será para financiar la construcción de hospitales, centros de salud, viviendas y caminos rurales, según anunció el lunes la presidenta argentina Cristina Fernández, al presentar su "Programa de Redistribución Social". En una nota de análisis publicada ayer por el diario El Cronista Comercial, se indica el temor que esta medida -que viene de la mano con el no enfriamiento de la economía- tenga un nuevo sector en mente: el bancario y el financiero, a quienes también pueden señalarse de no querer compartir "ganancias extraordinarias", tal como ocurrió con el sector rural.
La decisión oficial no puso fin al conflicto, más allá que los ruralistas pidieran a sus asociados que despejaran las rutas y terminaran con las medidas de fuerza. Los transportistas organizaron "contrapiquetes" para protestar por las pérdidas ocasionadas por el lockout patronal agropecuario. La violencia está latente: seis camiones que llevaban combustible fueron atacados ayer a balazos por presuntos productores rurales
fuente: LA NACIÓN/GDA
publicado en: www.elpais.com.uy