El acuerdo, que todavía levanta reticencias entre algunos republicanos, contiene la creación de la figura de un supervisor, nombrado por la Casa Blanca, que vigilará el cumplimiento de los planes de viabilidad e incluso podrá forzar a las empresas a ir a la bancarrota si no cumplen con su reestructuración.
Asistentes del Congreso y un alto funcionario del gobierno indicaron que el acuerdo propuesto agilizará la entrega de los préstamos a los fabricantes de automóviles de Detroit, y crea el cargo de un "zar automovilístico" a ser designado por el presidente George W. Bush, el cual se encargará de la reestructuración de la industria.
El Congreso norteamericano podría votar sobre el plan esta semana y el dinero podría ser entregado en unos días.
Se logró un gran avance cuando los negociadores alcanzaron una solución negociada que requeriría que el "zar" revoque los préstamos y niegue más ayuda federal a las empresas que no lleguen a un acuerdo con los sindicatos, los acreedores y otros a fin de garantizar su supervivencia hasta después de marzo.
Si los préstamos son revocados las compañías se verían obligadas a solicitar protección gubernamental por bancarrota.
Redacción Portal del Uruguay
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