Además, hace una comparativa de los ciclos económicos de las economías más importantes e identifica un total de 15 recesiones, desde 1960, vinculadas a crisis financieras y tres periodos de recesiones mundiales sincronizadas en 1975, 1980 y 1992.
En el estudio la entidad apunta, tras estudiar estos ciclos históricos que las recesiones suelen ser breves, duran más o menos un año y que las recuperaciones posteriores son breves produciendo un efecto rebote. Sin embargo esto ocurre en recesiones no vinculadas a crisis financieras, cuando esto pasa (el caso de la crisis económica actual), estas suelen durar mucho más y las recuperaciones son bastante débiles.
El análisis del FMI concluye que las políticas anticíclicas pueden ser útiles para poner fin a las recesiones y fortalecer las recuperaciones. En especial, las políticas fiscales expansivas parecen ser de particular eficacia, mientras que la política monetaria puede ayudar a acortar este tipo de recesión, pero con menor eficacia de lo habitual.
Ligeros síntomas de recuperación
A pesar de las previsiones negativas del FMI, algunos indicadores económicos apuntan hacia una posible recuperación.
Los últimos datos sobre confianza del consumidor, en España, constatan que ésta ha aumentado, en concreto, en marzo lo hizo 5,1 puntos con respecto a febrero, con lo que se ha situado en los 53,7 puntos. Lo mismo pasa con la tasa de ahorro, que también ha subido. Según los datos del INE el ahorro actual es el mayor desde hace nueve años, ya que las familias y entidades sin ánimo de lucro destinaron en 2008 el 13% de su renta a tal fin.
Por otra parte, el presidente del Gobierno José Luís Rodríguez Zapatero decía hace unos días que se acerca una fase de la crisis más esperanzadora y además, un informe elaborado por la Asociación de Grandes Empresas de Trabajo Temporal y Analistas Financieros indica que la tasa de desempleo podría tocar fondo este año, con lo que se daría una estabilización del nivel de desempleo.
Sin embargo, uno de los indicadores más eficaces a la hora de decir si la crisis se está o no acabando es el del PIB, que suele marcar el principio y el fin.
Un simple efecto rebote
Para el premio Nobel de Economía Paul Krugman, la situación actual de estos indicadores no significa más que un efecto rebote. En su columna de opinión del rotativo estadounidense The New York Times dice que es un rebote temporal y explica que durante el Crack de 1929 hubo varias veces algún signo de recuperación.
Krugman afirma que no le sorprendería que el PIB mundial diera cifras positivas durante el segundo semestre del año, lo que sí sorprendería al Nobel sería que las cifras de desempleo mejoraran.
Fuente: Hosteltur