Fue el Rey Alfonso XIII quien convenció a muchos de sus amigos aristócratas e
importantes personalidades del mundo de las finanzas a tomar parte en el ambicioso
proyecto de construir el primer hotel de lujo de España, convirtiéndose él mismo en
uno de los mayores accionistas de la "Compañía de Desarrollo Ritz" que reunió lo
necesario para adquirir el terreno donde se ubica actualmente el Ritz, en el corazón
de la ciudad, lugar en el que con anterioridad se encontraban el Teatro Tívoli y los
Jardines del Placer.

Charles Mewes, el brillante arquitecto del Ritz de París, fue encargado de la obra,
bajo la supervisión de dos de los mejores arquitectos españoles, Luis de Landecho y
Lorenzo Gallego quienes interpretaron con gran exactitud la perfección del diseño
clásico impuesta por su colega francés. La elegante estructura del Hotel Ritz tiene
también el privilegio de haber sido el primero en España construido con estructura
de acero.

La Compañía de Desarrollo Ritz no sólo encargó su realización al famoso arquitecto
francés que diseñó el Ritz de París, sino que también invitó al conocido César Ritz
-hostelero por excelencia y “padre” del Ritz de París- a participar en la creación
de este nuevo hotel, que cien años después sigue manteniendo toda su excelencia.