Estimado Sergio: te escribo para referirme a tu nota de la edición del
pasado lunes 14 de setiembre
Hoteleros de Punta del Este y Piriápolis
recordar este momento que como tu preveías no iba a caer nada bien a
alguno de tus amigos, entre los que me encuentro. Pero eso no es un
problema porque como dijo Jacques Rousseau Puedo no estar de acuerdo
con lo que dices, pero daría mi vida por defender tu derecho a decir lo
que piensas.
Hecha esta aclaración preliminar me quiero referir a la opinión vertida en ese artículo.
Comparto contigo que muchas veces las dificultades unen y si son por motivos económicos mucho más. No creo que ese sea un aspecto criticable, es más, me parece atendible, máxime para las empresas, cuyo fin es el lucro.
Indudablemente soy de los que pienso que lo mejor es que las opiniones sectoriales se defiendan a través de Instituciones que sean representativas para lo cual es lógico que deben de contar con el respaldo, por lo menos mayoritario, de a quienes representan. Tal vez cuando suceden estos hechos tan notorios muchos de quienes no están agremiados cambien de posición y comprendan el valor que tiene tener instituciones representativas fuertes.
No obstante, el tema de las Tarjetas de Crédito constituye una de las excepciones y ello hace justificable la actuación individual ya que cada empresa tiene una relación particular con cada una de las Tarjetas y por lo tanto el aglutinamiento se justifica por circunstancias comunes que atañen a la rentabilidad de las empresas.
Lo que si corresponde en el ámbito gremial es analizar la situación empresarial que se manifiesta e interpretar si corresponde su intervención y en que aspecto.
En el caso de AHRU de la cual soy Directivo así se hizo convocando a una Asamblea Extraordinaria de Asociados que dio lugar al comunicado de prensa que tú publicaste.
En esa Asamblea se concluyó que eran legítimos los reclamos efectuados por las empresas y que Institucionalmente lo que correspondía era encaminar acciones ante el Banco Central, que es la Institución rectora del sistema financiero, procurando que regule este medio de pago que cada vez se usa más en el Mundo.
Sabemos que en la Argentina se legisló para que el arancel que se aplique a cada tipo de actividad sea el mismo y que este tenga un límite máximo.
Esto en cuanto al tema que dio origen a la opinión que fue el comunicado que emitió AHRU con relación a la situación planteada con las tarjetas de crédito.
Pero luego tú entras en consideraciones sobre la actuación gremial empresarial.
Por lo general las Asociaciones que representan a sectores empresariales, que es a lo que me voy a referir, son Asociaciones Civiles con Personería Jurídica. Por lo tanto las autoridades surgen de elecciones de las cuales deberían participar todos los asociados lo cual no es muy frecuente. Debemos admitir que no solo sucede en las asociaciones empresariales sino que lo mismo se verifica en las asociaciones culturales, deportivas, sociales, de Padres en los Colegios, etc.
No obstante lo señalado quienes son elegidos tienen de alguna manera el apoyo indirecto de la mayoría de los asociados porque de lo contrario se manifestaría contrariedad con las listas que se proponen para dirigir las mismas.
Habitualmente quienes llegan a esos cargos son normalmente personas que ya cuentan con un respaldo en el sector y por ello pocas veces se producen luchas electorales.
Esas personas no tienen porque ser Abogados, Escribanos, Contadores o de cualquier otra profesión, lo que si tienen es que conocer del negocio al que van a representar.
Conozco gente que, como se dice, salió de la facultad del asfalto y que sin embargo han sido excelentes Directivos. Y también de otros que pese a formación Profesional o Técnica no alcanzan el mismo éxito.
Por ello no comparto contigo la opinión contenida en el numeral 1) en cuanto a que las Asociaciones si no tienen representación profesional o al menos idónea en los cargos principales ello dificulta discutir con los poderes públicos. Con referencia a lo expresado en el numeral 2) sobre de que no se ejercen los controles debido a delegaciones, desconocimientos o vocación de no invertir profesionalmente opino que haces una generalización sin fundamento. Sucederá eso o no, pero no puede sostenerse como una relación causa efecto. Yo creo que las Asociaciones no están para controlar sino que para alcanzar el objeto de su creación. Seguramente sea frecuente la acción entre estas y los organismos oficiales, máxime en un País que tiene un Estado tan grande, pero de allí a pretender que se le controle me parece que es extender la acción gremial más allá de lo que corresponde. Existen mecanismos de contralor en otros ámbitos que deben de cumplir ese rol.
En el numeral 3) tú te referís a la influencia en las decisiones que se toman en otros ámbitos. Nuevamente mi opinión es en los mismos términos que lo antes expresado. El fin de las Asociaciones es su desempeño gremial y en el cumplimiento del mismo corresponderá o no influir en otros ámbitos. No creo que haya una regla para esto.
Por último, tampoco comparto las consideraciones no ya sobre las asociaciones sino sobre sus directivos a quienes de alguna manera catalogas como no idóneos. Es más los comparas con el personal superior de las empresas cuando estamos hablando de cosas muy diferentes. Reitero, las empresas con su objetivo esencial de lucro y las asociaciones como entidades casualmente sin fines de lucro y movidas por intereses generales ante los particulares que siguen las empresas. No es razonable hacer esa comparación.
Además tampoco es bueno poner por un lado a los que son idóneos y por otro a los que tienen tiempo y capital.
Yo parto de la base de que todos los directivos son idóneos y además, y para ello habría que hacer un trabajo de investigación sobre el perfil de los directivos, son muchos los directivos que intervienen correctamente y no tienen ni tiempo ni capital. Es más, me animaría a afirmar, solo por comprobación empírica, que son más estos que los que tienen tiempo y dinero.
Nuestra respuesta: "No hablé de abogados, escribanos ni contadores"
Estimado amigo:
En primer lugar, muchas gracias por dedicarnos tu tiempo y responder a mi artículo; permanentemente digo que queremos que este medio sea el foro idóneo adonde la gente del turismo discuta los temas que le interesan y de eso se trata, tú analizas y emites a tu vez opinión sobre la mía y ante ello, yo respondo.
En ningún momento critico que los hoteleros se unan para defender el bolsillo, por el contrario, digo: "Y dejo constancia que en este tema puntual, coincido ampliamente con su postura, dado que el abuso del sector financiero no es nuevo ni original."
Con respecto al punto número 1, por mi planteado, tal vez no estuve muy claro al decir: "...no tener representación profesional", me estaba refiriendo a la profesión hotelera y no a las otras universitarias como abogados, escribanos o contadores. Concretamente quise decir que muchas veces, como ocurre en el presente, tienen en los cargos principales a algunas personas que de hotelería saben tanto como yo de botánica.
En el número 2, vuelve a darse el caso, tú me respondes algo que yo no afirmo o que al menos, no quise afirmar (admito un error eventual de redacción). Aquí lo que quiero decir es que, siempre pensando en la hipótesis que el interlocutor sea alguien que no es idóneo en hotelería y por lo tanto, en uno de los sectores vitales del turismo, como ocurre actualmente, deje librado al criterio de los demás, las acciones y las gestiones de márquetin. No estoy hablando del contralor del Tribunal de Cuentas, estoy refiriéndome a analizar a tiempo y opinar sobre los planes de márquetin en los que puede estar involucrado el destino de su empresa.Puedo estar de acuerdo en que no es correcto generalizar pero entendí que no era necesario personalizar, dado que lo que digo es una práctica que involucra a la generalidad. Cuando hablo de no invertir, me refiero a lo que muchas veces hemos hablado, a la dependencia de la inversión del Ministerio de Turismo para las salidas promocionales.
Creo que habiendo explicado el número 2, lo que dice el 3, es más claro aún.
Quiero dejar bien sentado que en todo momento estoy opinando sobre aspectos técnicos y en ningún momento pretendí, ni pretendo, hacer juicios de valor sobre las personas y mucho menos descalificar a nadie, para esto último, el que no está calificado soy yo.
Reafirmando esto, te recuerdo que en la nota de referencia escribí: "Los dueños de hoteles, nucleados en AHRU y por su intermedio, en la Cámara Uruguaya de Turismo, son parte muy importante, muy representativa de la actividad privada del turismo y mal que les pese, generalmente, no muestran la misma unión ni la misma fuerza, ante otras situaciones decisivas para su propio interés, quizás por entender que no son tan relevantes."
O sea, en la misma frase digo que son importantes pero ejemplifico que no miden con la misma vara, Tarjetas de crédito vs. márquetin y que para mi, se equivocan.
Y como seguí hablando siempre de lo mismo y principalmente de márquetin, es que hice la comparación entre lo que hacen (y logran) los ejecutivos de los establecimientos de cadenas internacionales, con respecto a algunos nacionales.
Hablarme justamente a mi de la "facultad del asfalto"... tan luego a mi (como dice el tango), que lo más cerca que pasé de la Universidad, fue cuando tuve que llevar o ir a buscar a mi hija, entenderás que no es necesario; en ningún momento (reitero para dejar todo claro) pensé en abogados, escribanos o contadores, solamente hablé de profesionales en hotelería y además, lo sabes mejor que yo, para delinear planes de márquetin del producto Uruguay Turístico para salir a captar clientes al terreno internacional, la calle ayuda pero no alcanza, a ese nivel, hay que apelar a la ciencia.
Es un gusto intercambiar ideas y opiniones contigo y fundamentalmente, es positivo, porque lo hago con quien reúne ambas cosas, o mejor expresado, las dos facultades. Te mando un abrazo.
Antonio
(aunque te empeñes en llamarme Sergio, como hace muchos años)