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Lunes, 06 Julio 2009 04:11

La República “invertebrada”

por Luis Alejandro Rizzi
desde Buenos Aires

Que la salud pública es “cuestión” en la Argentina quedó de manifiesto con la epidemia del “dengue”, en este momento en estado vegetativo por motivos climáticos,  por la gripe A (virus H1N1) que pareció alcanzar su increíble dimensión de propagación luego de las elecciones del 28 de junio pasado.

 
Hasta ese momento se habría ocultado su gravedad por motivos meramente electorales, pero después de las elecciones el nuevo ministro de salud Dr. Juan Manzur afirmó la existencia de CIEN MIL casos y 55 muertes haciendo quizás un uso equivocado de las cifras ya que en verdad hay cien mil pacientes de enfermedades tipo “influenza” (ETI) y solo habría 2800 contagios confirmados por el laboratorio Malbrán. De todos modos la relación de muertos es muy alta.
 
En Canadá hubo un muerto cada 354 enfermos, en Chile hubo un muerto cada 718 enfermos, en Guatemala un muerto cada 127 y acá estaríamos en un muerto cada 66 enfermos, el promedio de la OMS indica una muerte cada 227 personas enfermas.

A ciencia cierta creo que nadie sabe cual es la situación real ya que las estadísticas verosímiles y los “KK” están totalmente distanciados.

Por otra parte, esta crisis, puso de manifiesto la carencia de liderazgo profesional y político para enfrentar la epidemia ya convertida en pandemia.

Cada jurisdicción actuó por las suyas, asi hubo autoridades municipales que prácticamente pusieron a todo el pueblo en cuarentena como hicieron los intendentes de Pergamino y Quilmes, otros se limitaron a suspender las clases; el poder judicial nacional y de algunas provincias adelantaron la feria de invierno; en algunos lugares se suspendieron todo tipo de espectáculos públicos en la Capital se mantienen como si nada salvo que algunas cadenas de cines han resuelto solo comercializar un porcentaje de la capacidad para “evitar aglomeraciones”. Acá tendríamos que ver cuantas personas configuran una aglomeración: diez, veinte, quinientas dos mil, tres mil cuatrocientos noventa y tres…y con que superficie cerrada se lo relaciona.

El gobierno de la ciudad dispuso la emergencia sanitaria pero a partir de cierto lapso lo que es un verdadero oximoron ya que la declaración de emergencia es consecuencia de una situación de hecho por tanto no se entiende como se la dispuso a futuro…

La gente, totalmente desorientada, reacciona como puede y según su leal saber y entender, unos usan barbijos, otros viajan con gel de alcohol, otros dejaron de viajar en transporte público, los que pueden no van a trabajar, y se llega a situaciones que lindan entre lo trágico y lo cómico, como ocurrió el martes, en horas de la mañana, en la línea “D” de metro que en la proximidad de la estación Palermo una persona estornudó y al llegar a la misma el vagón se vació…

No se sabe si se ha dispuesto desinfectar los vehículos afectados al transporte público, no se sabe si la autoridad de aplicación extremó el control sobre la higiene de esos medios que deja bastante que desear, pero en el aeropuerto de Ezeiza se montó un hospital de campaña para impedir el ingreso del virus H1N1, cuando la pandemia se terminó de instalar. Pareciera que los métodos del gobierno son los de Ollendorf, poco y nada tiene que ver con la lógica de la realidad. (El método Ollendorf se hizo famoso en la enseñanza de idiomas por los diálogos que usaba para facilitar la enseñanza de los adverbios comparativos en lo que podría ser una conversación de locos. Veamos un ejemplo: Tu auto es más veloz que el mío. No, pero mi tío tiene una casa. Otros más grande que la de tu tía).

En fin todo esto suena como absurdo o como una trama digna del surrealismo más extremo, lo que sería divertido si no fuera por que está en riesgo la salud de 40 millones de habitantes.

El gobierno por otra parte ya se ha encontrado con más de 50 muertos  siendo esta cifra insuficiente para que se asuma la cuestión desde el más alto nivel.
 Otros gobiernos han declarado la emergencia sanitaria cuando se produjeron las primeas muertes como Chile. El gobierno seguramente piensa que esa declaración provocaría pánico sin advertir que el pánico se va generalizando por la falta de decisiones coherentes y lógicas técnicamente.

Al gobierno parecería que solo le preocupan otros muertos, no estos ocurridos entre la humildad y el trabajo cotidiano.

La “cuestión” de la Salud pública en todos los niveles, nacional, provincial y municipal, es una muestra de lo desvertebrada que está la Argentina.

La República es una suerte de animal cordado cuyo esqueleto son las instituciones establecidas en la constitución a saber PODER EJECUTIVO, PODER LEGISLATIVO y PODER JUDICIAL; su sistema nervioso son las personas que conforman esos poderes y su encéfalo sería  el criterio y la idoneidad de los funcionarios.

El esqueleto institucional está dañado, el Poder legislativo hasta ahora hizo una suerte de metástasis con el Poder ejecutivo y partir de esa situación patológica, la República perdió a una de sus vértebras mas esenciales. El Poder judicial controlado policialmente desde el consejo de la Magistratura, salvo honrosas excepciones y la independencia de criterios exhibida por la Corte Suprema, cuando menos parece una vértebra fisurada que como en medicina afecta el funcionamiento del cuerpo y ocasiona dolores que a veces resultan intolerables.

Adviértase que las investigaciones judiciales contra funcionarios imputados solo se activan cuando caen en desgracia y la Corte debió haber encontrado la forma de resolver sobre la inconstitucionalidad de la famosa 125 o de la imposición de retenciones por simple resolución ministerial lo que hubiera contribuido a mejorar el bajo nivel de nuestra “seguridad jurídica”.

Esta situación de “desvertebración” palabra que no está en el diccionario no solo ha permitido que no se hagan públicas las estadísticas de la gripe A, sino que muchas otras  que se publican por el INDEC, el BANCO CENTRAL no resulten creíbles y provoquen debates sobre su verosimilitud e imputaciones a quien las cuestiona como le ocurrió al economista Roberto Cachanosky.

Sin embargo el gobierno “KK” es coherente, virtud que no se le puede negar. Asi como recurre a las estadísticas falsas para demostrar la eficiencia de su acción de gobierno y poder calificarla con notas que generalmente exceden el máximo; también recurre a encuestas que demuestran un favoritismo inexistente para anticipar triunfos cuyo único fundamento está dado por algunos mercenarios de la profesión, como ocurrió con el encuestador  Roberto Bacman director del CENTRO DE ESTUDIOS DE LA OPINIÓN PÚBLICA (kk) que a las nueve de la noche del domingo 28 anunció según “bocas de urna” el triunfo “k” en la Provincia de Buenos Aires.

El gobierno “KK” terminó de “desvertebrar” al país convirtiéndolo  institucionalmente en una “República invertebrada”, en la que es un mérito la adulación sumisa e incondicional de la que fueron mudos, heroicos e históricos testigos el Jefe de gabinete Sergio Massa y el de interior Florencio Randazzo, custodiando, como orgullosos “boy scouts”, a la Presidenta cuando el 29 de junio anunció que había ganado no solo en Calafate, su lugar en el mundo, sino en todo el país en un manipuleo digno de los mejores sofistas de los resultados de las elecciones de 2007 comparados con la del día anterior.

La expresión de sus caras era la más infalible prueba de su insignificancia.

Por el contrario la sinceridad y la independencia de criterio son los más graves pecados  existentes en el ritual litúrgico de los “KK” que impiden todo tipo de diálogo como lo está haciendo conocer el ex jefe de gabinete Alberto Fernández.

Nos esperan años complicados, pero la cuestión política a la que deben dedicarse los políticos, incluidos los “KK” será la de “revertebrar” la República, lo demás como en los evangelios vendrá por añadidura, pero dada la cultura media imperante será como una suerte de realizable y posible “misión imposible”…
Un oximoron mas…y van…

Al final, el sábado 3 de julio pasado, el gobierno resolvió unificar  el tratamiento de la gripe en todo el país.