La verdad siempre me pareció de muy mal gusto esa alegoría ya que un gol hecho con la mano es una trampa y no creo que Dios actué de ese modo, ya que en ese caso la diferencia entre el infierno y el paraíso seria una cuestión de precio.

En todo caso esa fue la mano del diablo que muy sutilmente quiso que se conociera ante el mundo que los argentinos al festejar el gol ilegítimamente obtenido, nos burlábamos en el reglamento que rige el fútbol y en los valores que nos indican que la “trampa” es algo disvalioso.
 
La Real academia dice que la trampa es una “infracción maliciosa de las reglas de un juego o de una competición”.

Recordemos que a fines de 2001 se festejó groseramente en el congreso de la nación la declaración del “default” ante el asombro de propios y extraños.
 
Años después en la apacible y querible MONTEVIDEO que no merecía ser escenario de una de las guaranguearías mas groseras que puede ofrecer o protagonizar persona alguna, el mismo MARADONA expresó de un modo indecoroso, obsceno y estúpido una sarta de insultos que pusieron en evidencia su grotesca personalidad, mas bien propia de un inescrupuloso matón de una  banda de delincuentes que de una persona que asume la conducción de un grupo humano.

No puedo pasar por alto las reacciones y comparaciones de algunos periodistas como VICTOR HUGO MORALES que ante el sumario iniciado por el presidente de la FIFA Joseph Blatter para sancionar tremenda grosería, expresó que carecía de autoridad  moral y ética por sus oscuros manejos en el negocio del fútbol con los dichos de MARADONA que según MORALES, “no le robó nada a nadie”, olvidando que la “trampa” de la mal llamada “mano de dios”, decidió la suerte de un partido.

Maradona robó haciendo un gol con la mano y eso don MORALES lo sabe porque relató ese partido.

Olvida ese periodista que en los últimos años parece estar intoxicado de “ideología progre” que el hecho que BLATTER o GRONDONA merezcan calificativos negativos no justifican la conducta de MARADONA. En todo caso habría que condenar a todos ellos.

La grosería de MARADONA no admite justificación alguna, mas no dejo de comprenderlo desde la caridad cristiana de la que alguna vez se ha burlado.
Maradona ha tenido la terrible desgracia de ser un objeto manejado por otros y a veces por las circunstancias más perversas del medio social en el que se ha movido.

Maradona fue usado incontables veces como tantas fueron las veces que cambio de opinión de una punta a la otra como lo recordaba Roberto García en “PERFIL”  diciendo que “…siempre tuvo cambios repentinos y acomodaticios de camiseta (¿o nadie recuerda cuando se colocó una t-shirt a favor de Domingo Cavallo y luego lo repudió?)”.

Puedo mencionar otros casos en los que fue usado y referiré solo dos o tres episodios. Fue usado para la  recordada “contracumbre” de MAR DEL PLATA del año 2005 para agraviar al entonces presidente de los EE.UU. Fue usado para exhibir la difusión gratuita del fútbol como una conquista de la gente y para la gente sin advertir que en verdad se trata del mismo negocio manejado por otras manos que permitirá mantener lo peor del fútbol argentino en el que la mayoría de los clubes están en situación de quiebra y ser usado como fenomenal medio para difundir propaganda oficialista por los niveles de audiencia que acaparan la mayoría de las trasmisiones.

En este episodio de la conferencia de prensa en MONTEVIDEO MARADONA se usó a si mismo para demostrar atributos y calidades de las que carece totalmente y  que seguramente añora.

El líder jamás insulta ni agravia y en eso vale la comparación con MARCELO BIELSA o el Ingeniero MANUEL PELLEGRINI por dar dos ejemplos de que en el negocio del fútbol se puede ser decente, obtener reconocimiento y además ganar.

Maradona se descubrió una vez mas a si mismo pero esta vez no podrá decir que fue la mano de dios, sino a lo sumo y como justificación personal podría decir que fue “la lengua del diablo” si estuviera dispuesto a admitir con humildad sus errores sin necesidad de mezclar el amor a sus hijas en una cuestión tan trivial como desgraciada.

La duda que me queda es si MARADONA es  acaso una muestra de nuestro momento cultural en que la picardía se confunde con la honradez como lo dijo Discepolo mucho mejor y mucho antes que yo

“…Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura,
o está fuera de la ley...

Entre tanto la Biblia seguirá llorando junto a un inservible calefón…