por Miguel Ángel Acerenza
desde México
Como lo mencionáramos en el artículo anterior, el producto y su precio
constituyen los principales factores tangibles que inciden en la
competitividad de un destino turístico. Los requisitos que deben
cumplir los productos del destino para poder competir con éxito en los
mercados son: ser capaz de satisfacer las
motivaciones de los turistas que se pretende captar, estar al alcance
de las posibilidades económicas de esos turistas según sus diferentes
niveles de ingresos, y contar además, con poder competitivo ante las
ofertas de los destinos competidores.
Si los productos cumplen con dichos requisitos serán productos
vendibles, y si son vendibles, con muy poco esfuerzo promocional el
destino tendrá éxito en sus acciones tendientes a comercializarlos en
los mercados.
La adecuación de los productos a las motivaciones y requerimientos de
los turistas que se quiere captar, por tanto, así como al ambiente
competitivo existente en los mercados, constituye un imperativo al cual
debe abocarse el destino para poder competir con éxito.
No es en realidad una tarea fácil, ya que dicha labor exige la
consideración de una serie de aspectos que inciden directamente en la
competitividad del producto, entre los que se destacan lo que se ha
dado en llamar atractividad del destino como tal, y las ventajas
competitivas que posean los productos y servicios que conforman su
oferta. Seguidamente comentaremos las particularidades de dichos
aspectos.
ATRACTIVIDAD DEL DESTINO TURISTICO
El primer punto que se tiene que considerar entonces, se relaciona con
la atractividad del destino turístico, en virtud de que la selección
que el turista hace entre distintos destinos alternativos para conocer
o vacacionar en los mismos, depende en realidad de un juicio subjetivo
que él realiza considerando una serie de factores. El más importante
de esos factores es, sin duda, la percepción que el turista tenga de
cada uno de los destinos, en cuanto a la capacidad de los mismos para
satisfacer sus motivaciones de viajes. Entendiendo por percepción en
este caso, el proceso mediante el cual el turista selecciona, organiza
e interpreta la información que recibe de los destinos, y que le
permite formarse una imagen mental de los mismos. Y por motivaciones,
a los estímulos que hacen que el turista adopte una decisión de viaje.
La percepción que tenga el turista sobre un determinado destino por
tanto, puede tener una fuerte influencia en la selección de éste como
destino turístico, tal como lo veremos a continuación.
Influencia de la percepción en la atractividad del destino
Algunos estudios realizados con el propósito de conocer cuáles son los
aspectos que más influyen en la percepción de la atractividad de un
destino, ponen de manifiesto que existen en realidad dos aspectos
importantes: la percepción que tenga el turista de los atractivos del
destino, y la percepción de la distancia a la cual éste se encuentra
de su lugar de residencia. Estos aspectos influyen de distinta manera
en la decisión de viaje del turista, como se podrá observar.
Percepción de los atractivos turísticos
La percepción de los atractivos turísticos (sobre todo la que se tenga
sobre la capacidad de éstos para satisfacer las necesidades y
expectativas de los turistas) es el primer factor que influye en la
atractividad del destino, debido a que existe una estrecha relación
entre los atractivos del lugar y las motivaciones de viajes. Es
importante tener presente que la percepción puede variar en función de
las motivaciones o los intereses particulares de los turistas.
Percepción de la distancia del destino
El segundo aspecto que incide en la atractividad de un destino
turístico es la percepción de la distancia a la cual dicho destino se
encuentra del lugar de origen del turista. Aspecto este que influye
sobre el tiempo y costo del viaje.
La forma como influye la percepción de la distancia en la decisión de
viajes, varía en función del tipo de viaje vacacional de que se trate.
Por ejemplo, en un viaje vacacional a un destino turístico de playa, la
percepción de la distancia puede convertirse en un elemento disuasivo
si la relación tiempo-costo del viaje es muy elevada, y el turista
dispone de destinos turísticos alternativos más cercanos con oferta
similar a un menor costo.
Por el contrario, en otros tipos de viajes vacacionales la distancia
puede constituir un atractivo adicional al pasar a formar parte de la
experiencia vacacional. Es el caso concreto de destinos culturales muy
distantes que requieren la realización de viajes prolongados para poder
visitarlos, como son los casos de destinos turísticos como India o
China, por mencionar algunos viajes de este tipo.
La percepción que el turista tenga de los aspectos señalados entonces,
determinará la atractividad de un determinado destino turístico. De
manera que los destinos distantes de los mercados emisores, con
atractivos turísticos indefinidos o mal posicionados, tendrán pocas
posibilidades de lograr una decisión favorable por parte de los
turistas.
Por otra parte, una percepción vaga de los atractivos de un destino
puede crear dudas en cuanto a la capacidad de éste para satisfacer las
motivaciones de viajes, afectando así su atractividad y, por ende, su
competitividad. Por esta razón los destinos deben encarar acciones
para influir en la percepción de los turistas, y contribuir con ello al
incremento de su competitividad.
En el próximo artículo veremos algunas de las acciones que el destino puede tomar con ese propósito.