provisoriamente el conflicto entre PLUNA y el sindicato mayoritario, es lo mismo que postergar la fecha de pago, por unos días, de una factura imposible de pagar por inexistencia de fondos.
Llegado el momento, la empresa, según "todo París lo sabe", habrá de proceder como aconseja la razón, cuando ocurren cosas como las sucedidas.
Las medidas de lucha puestas en práctica de inmediato, cuando se conoció el despido, sería una estrategia del gremio para que la empresa no siga escudándose en la excusa de "la falta del perfil adecuado", cuando la realidad, indica otra carátula en el expediente.
Hace algunos días anunciamos que el mes que acaba de comenzar, sería "negro" para PLUNA S.A. y nos permitimos reiterarlo.
No ha cambiado radicalmente nada en este lapso transcurrido, y cuando se cumplan los sesenta días, el próximo 13 y finalice el pacto de no innovar, habrá de iniciarse la operación "verdad" y allí vendrán las medidas que lleven a reducir drásticamente el presupuesto de la empresa.
No hay aviones nuevos, no hay más frecuencias, no hay más cargas, no hay mayor recaudación y sigue existiendo casi el mismo presupuesto que antes de Leadgate, cuando PLUNA perdía una millonada cada treinta días.
La preocupante situación que se avecina, requerirá de cuidados extremos para que una historia de setenta años en la aviación comercial, no llegue a su fin.
La gran omisión de hacerse cargo de la empresa sin "concertar" con los sindicatos previamente, será un peaje muy oneroso que deberá enfrentar la nueva dirigencia.
No menos importante y determinante, deberá ser la actitud y la acción de los funcionarios agremiados.
Ambas partes deben saber, que en los próximos días, corren el riesgo de entrar en la historia...