por el simple hecho de compartir el concepto de la lucha contra la pobreza.
El turismo es una actividad socioeconómica que busca el fomento y el logro del desarrollo social, económico y cultural de las zonas que no son favorecidas con el desarrollo mismo, con la sensibilización de los principales actores involucrados de dicha zona para la puesta en valor de nuestro patrimonio natural y cultural como oferta turística, para la aplicación de las regulaciones suficientes que garanticen que el turismo no depredará el patrimonio y para mantener en vigencia la identidad cultural de toda esta región.
Esta razón formalmente hace reseña al uso y manejo de la totalidad de los recursos del espacio de vida de un territorio y actividades resultado de la interacción del hombre con su medio ambiente, valores que el turismo dispone para la oferta y comercialización de un producto, como este caso el producto turístico.
El turismo tiene que advertir la realidad ecológica de una región; ubicación geográfica, orografía, hidrografía, clima, flora, fauna y paisajes cuyos elementos temporales como estaciones del año condicionan las actividades como en las; elevaciones, planicies, cuencas lacustre, cuencas pluviales caídas de agua, en lugares de observación de flora y fauna, lugares de caza y pesca, en caminos pintorescos y especialmente en las áreas protegidas.
El turismo no solamente se refiere a la naturaleza, también está la integridad de las formas de vida de un aglutinado urbano y su cosmovisión, las costumbres, hábitos, tradiciones, religión, representaciones comunicativas a través del arte, la literatura, la arquitectura, las artes plásticas, la música e instrumentos de producción y vestimentas.
La cultura de un pueblo es en un conjunto de factores que permiten la diferenciación de ese aglomerado social de otros equivalentes; es como la huella digital dentro del amplio campo turístico, se convierte en una actividad de elementos de provecho para el turista por la originalidad, es decir caracteres novedosas, rasgos y acontecimientos con los que una persona no esta habituada porque no forma parte de los caracteres usuales de su conjunto de pertenencia en este sentido; los monumentos, reliquias arquitectónicas, utensilios, modas, folclore, música, lengua, elementos temporales como celebración de fechas históricas o religiosas, elementos artístico culturales; zonas de interés arqueológicos, industria artesanal, de alfarería, tejidos, platería, etc.
Este conjunto de valores deben convertirse en producto exportable que se vende al turista, por consecuencia es necesaria la participación de la comunidad, la protección del patrimonio natural, histórico y cultural, por lo siguiente las alianzas estratégicas. Ofertar un producto turístico competitivo para el mercado interno y receptivo con criterios de sostenibilidad.
Fuente: astrolabio.net