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Viernes, 12 Octubre 2007 03:58

Los niños más "in"

 por Beatriz Rojo Polo / EFE Reportajes


12 OCT 07 PDU
Los niños de hoy, ¿privilegiados o malcriados?
Se acabó aquello de “cuando seas mayor comerás dos huevos”, no más cuentos azucarados o jugar a los cowboys y las princesas. Los niños de hoy son unos verdaderos privilegiados. Tienen sus propios hoteles, supermercados, alimentos, modelitos que nada tienen que envidiar a los de sus progenitores y gadgets tecnológicos. ¿Malcrío o progreso?

Los empresarios del mundo entero se han dado cuenta del filón que representa el sector más pequeño de la casa. Hoy existen ya habitaciones de hotel dedicadas en exclusiva a cubrir y satisfacer las necesidades de los niños más exigentes o supermercados a su tamaño y medida.

Es el caso de Kidfresh, establecimiento que elabora menús específicos para los infantes y a punto para ser consumidos. Muchos se preguntarán si se trata de puro malcrío o de que las cosas simplemente están cambiando, en cualquier caso, si los pequeños de antes se atiborraban a dulces, saltaban a la comba o jugaban al “pilla pilla”, ahora además se convierten en aventajados gourmets.

En Kidfresh (www.kidfresh.com), un fascinante supermercado en el Upper East Side de Manhattan (New York) ellos son los encargados de escoger qué prefieren para cenar o para llevar como tentempié a la escuela.

Allí todo está pensado en función de los más pequeños: desde las estanterías, cuyas medidas se adaptan a los escasos centímetros de los benjamines, pasando por un divertido y atractivo packaging, hasta las propiedades nutricionales de cada alimento.

Alimentos que se ordenan en función del grupo de edad al que se dirigen, ayudándose por la paleta de colores. Y es que no come lo mismo un bebé de un año, que un niño de siete años, y en Kidfresh son conscientes de la diferencia, aunque en líneas generales los paquetes que comercializan se componen de un plato principal (como macarrones con queso), una ensalada, o sándwich, fruta, un snack y bebida.

Alimentos que además están pensados para divertir a la vez que nutren, consiguiendo que el pequeño disfrute en un proceso que para muchos se convierte en tedioso y hasta insoportable, pues no es lo mismo comerse un sándwich de carita sonriente que un pescado cocinado a la manera tradicional.

PAUTAS ALIMENTICIAS
Matt Cohen, ideólogo y propietario de Kidfresh ha elaborado los menús siguiendo unas estrictas pautas de alimentos saludables, ya que en su mayoría se utilizan ingredientes orgánicos. Esta nueva forma de alimentar a los chiquitos ahorrará quebraderos de cabeza a los padres, que cuentan con la seguridad de estar dando de comer a sus hijos de manera adecuada y rápida. Todos contentos.

El único inconveniente son sus precios, un poco más elevados que los de un mercado al uso, no obstante los pequeños se involucran en el proceso, pues además de confeccionar sus propios menús con sus platos favoritos, pueden ellos mismos cogerlos de las bajas estanterías y meterlos en sus minicarritos.

HOTELES MUY “KID”
Pero no solamente se ha fijado en el target menudo el mundo de la alimentación, el sector hostelero tampoco les hace de menos. En 2007 ha inaugurado en la ciudad de Buenos Aires la primera habitación dedicada a la muñeca Barbie, en el interior del prestigioso Hotel Hilton, donde hasta las paredes y baño (pintados en rosa) recuerdan a la muñeca creada en 1959 y más vendida de la historia.

En el quinto piso del lujoso hotel de cinco estrellas, las fanáticas de la sexy muñeca rubia encontrarán todo lo que pueden desear: vajilla, muebles, juguetes, caramelos, perfume, disfraces, alfombras, toallas e incluso teléfono de la Barbie.

Además, como en una habitación normal, podrán llevarse los productos de aseo, de la línea de la muñeca y el set de papelería, como no, de la misma temática. Aunque las que deseen pasar una noche en el paraíso sobre la tierra del controvertido juguete deberán esperar hasta 2008, pues hay lista de espera hasta esa fecha.

Los pertenecientes del género masculino también podrán disfrutar de habitaciones a su medida: El Crayola, en los Hoteles Howard Johnson, la habitación del osito dormilón en los Hoteles Travelodge o la cadena Holiday Inn, siempre a la vanguardia, contarán con todo tipo de distracciones para que su estancia vacacional sea lo más llevadera posible.

Preparar los menús para sus padres, animadores que les entretienen y organizan juegos, dvd’s, magos, payasos, todo es posible en un universo que se pone al servicio de los pequeños más exigentes.
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QUIERO SER COMO MAMÁ/PAPÁ

Si las niñas de otro tiempo se divertían probándose los tacones, bolsos y vestidos de sus madres, ahora la reflexión es ¿para qué coger el bolso de Gucci a mami si pueden tener uno a su tamaño?Tiendas y páginas web copan la red y las calles ofertando los antojos más snob y exclusivos. Ranitas y monos con mensajes tan divertidos como originales (“Be Glamorous”, “Passion for fashion” o “Drama Queen”, para las más lloronas de la casa) son sólo algún ejemplo de lo que vende www.snobbybabies.com.

Además la web oferta baberos con el monograma de Chanel, Dior o Vuitton, así como mantitas con los monogramas más sofisticados, edredones, toallas, biberones, bolsas para los pañales e incluso cucos.

Por si fuera poco, las sucesoras de París Hilton se divertirán con peluches que imitan los bolsos y perfumes de sus madres (hay uno que emula la forma del frasco del perfume más vendido de Chanel, el número 5).

En Reino Unido van más allá, Children Salon (45 High Street, Tunbridge Wells, Kent,) es la mejor tienda para niños. Armani Baby, Burberry, Byblos, Kenzo, Dolce & Gabana, Petit Bateau, Moschino o Ralph Lauren, entre muchas otras, venden allí sus colecciones junior y baby. (www.childrensalon.co.uk)

NO SE QUEDAN ATRÁS EN TECNOLOGÍA

Llegados a este punto, no cabe duda de que los niños de hoy se asemejan más a estresados ejecutivos que a inocentes y cándidos pequeños, y, como tales, no pueden prescindir de poseer sus propios gadgets tecnológicos.

En esta línea, surge Firefly, un dispositivo móvil disponible en siete colores. El celular, con sólo cinco teclas, permite recibir llamadas y no deja ni mandar textos, ni llamar, ni hacer fotos. En su agenda, capacidad para veinte contactos.

El teléfono consigue, por una parte, mantener tranquilos a los padres aprensivos, que conocen en todo momento el paradero de sus chiquitines y por otra, satisfacer a los “clientes” del aparato, que se sienten “más importantes”, si cabe.

¿Hemos entrado en la psicosis de la más pura elite infantil o yo me estoy haciendo vieja?