En uno de los párrafos más importantes se decía: "Entre otras reivindicaciones, APU reclama: la aprobación por parte del Parlamento, del proyecto de acceso a la información pública y el habeas data; la aprobación del proyecto de las radios comunitarias; terminar con los monopolios y oligopolios; la creación de una nueva Ley de radiodifusión y distribución de frecuencias; una mejor distribución de la publicidad oficial, tema en el que si bien esta Administración avanzó, aún resta por hacer, y finalmente la eliminación de los delitos de comunicación, es decir derogar el delito, pasar de lo penal a lo civil, sin que se convierta tampoco en un "perdona tutti"."

Nosotros, desde esta tribuna independiente (históricamente, mientras fuimos laboralmente dependientes o coproductores,  no nos interesó afiliarnos a APU por diferentes motivos; por el contrario en la actualidad,si bien aún no lo hicimos , a pesar de haberlo decidido hace tiempo, por falta de tiempo o de organización pero, ya vamos a ir) queremos pronunciarnos con respecto a algunos de los puntos. Dejando debida constancia que en absoluto, lo hacemos por polemizar con APU; simplemente, hacemos propicia la ocasión por haberse tocado los puntos a que haremos referencia.

LOS MONOPOLIOS
Nunca fueron ni serán aconsejables, concentran riqueza y sobre todo poder; ya sabemos lo que generan.
Antónimos de monopolio,  son: coparticipación, condominio y para decirlo más gráficamente, la eliminación de aquellos, traería consigo la multiplicación de la oferta.
Otra vez, los extremos se presentan desaconsejables. Habrá que hilar muy fino para llegar a un equilibrio imprescindible y no pauperizar aún más, un mercado pequeño.  Los volantes en exceso en la calle, los camiones publicitarios y ahora, cada vez más, el resurgimiento de los autoparlantes, nos están mostrando una crisis que, lejos de apaciguarse, tiende a incrmentarse.

LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y LA PUBLICIDAD OFICIAL
Uno de los mitos mejor presentados en el UruguaY. no es patrimonio exclusivo de la actual administración.
Aunque se presenten siempre en forma separada, están indisolublemente ligados. Seamos gráficos una vez más:
Recientemente, un asesor publicitario de una empresa  estatal, le dijo al suplemento empresarial del matutino más influyente: que no pautaría publicidad "en un programa de TV en el que están hablando mal de la empresa" o en un diario que tenga "un editorial que habla mal de ella". No se quedó allí, reclamó a los medios: "cierto grado de equilibrio" y que no se "ningunée" a la empresa cuando tiene para dar una "noticia importante" y se le saca "una breve".
¿No hace falta que pongamos al Portal del uruguay como ejemplo de lo que le pasa a un medio de prensa que no editorializa SIEMPRE  a favor no?

Y por último, en forma separada, el comentario con respecto a: "una mejor distribución de la publicidad oficial, tema en el que si bien esta Administración avanzó...".

Desconocemos cuales son los parámetros para "medir" el avance pero: 1º nos consta lo nuestro y 2º lo que le dijeron jerarcas  de un organismo a un colega, (que si es preciso, lo citaremos): "¿cómo pretende publicidad oficial usted si siempre nos está dando palos?" .

Entonces, ¿una lógica lectura de la actual situación de la prensa uruguaya con respecto a la publicidad oficial, sería que aquellos medios que la reciben, solo opinan a favor del gobierno?.

SAH
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