por Sergio Antonio Herrera
20 NOV 07 PDU
Si uno invita gente a su casa, es lógico y hasta se impone que mantenga limpia la entrada, que intente mantenerla prolija.
Si la intención es agradar al visitante, procurará trasmitir una imagen de real bienvenida.
La idea es decirle con hechos , a quien nos visita que "está en su casa" ¿no?.
Pues bien, al parecer, nosotros en el Aeropuerto Internacional de Carrasco, no estamos trasmitiendo esa imagen.
LA LEY DEL ARTILLERO
En el edificio de arribos funciona una oficina de cambios. En nuestro país esta actividad se cumple dentro de las reglas del libre comercio y se rige, por los parámetros de mercado.
Con esta aclaración queremos decir que no hay márgenes obligatorios; ninguna casa de cambios debe cobrar "menos de tanto" ni "más de tanto".
Eso si, ya sea en el Aeropuerto de Carrasco, en el Puerto, en una Terminal de Buses,o en cualquier lado, lo que debe imperar es el sentido común y al menos la mínima conciencia turística.
En ese lugar, nada de eso ocurre; la cotización de "compra" de moneda extranjera, es exageradamente baja siempre.
Si ello ocurriese en el centro de la ciudad, no estaríamos refiriéndonos al tema en este espacio; allí los eventuales clientes pueden optar por el local donde convertir su moneda, tienen un amplio espectro de oferta.
Pero en el Aeropuerto de Carrasco, en el edficio de llegadas, ES LA ÚNICA OPCIÓN que se le ofrece al turista, al recién llegado, a quien supuestamente, viene a aportarnos divisas.
Creemos que existen dos caminos para solucionar este verdadero problema que se le crea al turismo: o se procura adecuar la cotización , planteando el tema a los responsables del cambio en cuestión o, directamente,a nivel promocional, se deberá empezar a recomendar a quienes nos visiten que eviten hacer transacciones a su llegada en la terminal aérea.
DEL BLANCO AL NEGRO
"Las chacritas de poder" en todos los ámbitos de la actividad son materia conocida por el común de la gente.
El tema de las Aduanas, en el mundo entero, ha dado, da y seguirá dando que hablar, para bien y para mal.
La función esencial que deben cumplir los funcionarios de ese organismo de control, es la de salvaguardar los intereses económicos de la Nación, cuidando que no ingresen bienes sin el correspondiente control y el eventual pago de impuestos cuando correspondiere.
En el Aeropuerto Internacional de Carrasco, al igual que ocurre en todos los puntos de ingreso al país, la gestión de la Aduana siempre, tiene directa relación con quien está a cargo coyunturalmente.
A nosotros personalmente aún no nos ha afectado pero, son tantos los comentarios que nos han hecho últimamente y es tal, el malestar existente entre los viajeros frecuentes, los operadores de turismo receptivo y usuarios en general de la terminal aérea, acerca de la exagerada acción que está imperando en esta repartición, que por ello ocupa nuestro comentario.
Esa primera impresión tan importante, en el aeropuerto de la ciudad capital de un país que se supone apuesta al turismo, está siendo muy negativa.
Nadie discute la necesidad de controlar y combatir el contrabando; lo que se discute es el método actual.
Es recomendable entonces sugerir a quien corresponda, tome cartas en el asunto y se logre mejorar dicha función. Nos vemos.