nos congratulamos en señalar que habíamos presenciado el mejor discurso hasta ese momento de su gestión.

En la pasada jornada, en declaraciones ante el inminente acuerdo de los guardavidas de Rocha con la Intendencia, dijo algo que pàra nosotros, es un indicio determinante de la madurez que  otorgan los cargos de conducción en el Ejecutivo.

Lescano señaló que le alegraba saber, por intermedio de lo informado por el Director General, Doctor Carámbula, que en pocas horas, los bañistas estarían retornando a sus funciones y de esa forma, asegurando el descanso de los turistas en playas peligrosas como las oceánicas.

Pero de inmediato agregó y para nosotros, es lo significativo, que para las próximas temporadas, se deberán tomar los recaudos necesarios para que no se corra el riesgo de volver a sufrir estos problemas.

Estas afirmaciones, que demuestran al Secretario de Estado dominando la función, como seguramente no lo hacía hasta hace poco tiempo, por un lado nos producen satisfacción y convicción que se transita por el buen camino pero, a la vez, no nos podemos sustraer de los rumores, los trascendidos y las especulaciones que se manejan ante los ciertos e inminentes cambios en el Gabinete, de los cuales, como figura destacada de su fuerza política, no dejan exento en absoluto al Doctor Lescano.

Nuestra forma de ser, de vivir y obviamente de gobernar, es personalista; las gestiones dependen demasiado de la impronta de quien conduce.

Por ello, no nos cansamos de reclamarlo y una vez más lo hacemos: debemos darnos políticas de Estado con respecto al turismo.

Si las tuviésemos, el eventual alejamiento del Ministro no preocuparía tanto. Nos vemos.