por Sergio Antonio Herrera
16 ENE 08 PDU
Pocos temas en nuestro medio, concitan tanto interés periodístico como
todo lo que se relaciona con nuestra aerolínea, aún de bandera.
Las reacciones y mensajes recibidos luego de las últimas notas puntuales, así lo ratifican.
Una vez más (lo seguiremos haciendo cuantas veces sea necesario), aclaramos que estamos a favor del país y en el caso puntual, queremos que a PLUNA le vaya lo mejor posible.
La realidad indica que el gobierno nacional cedió a Leadgate el 75% de las acciones de PLUNA S.A. y que son los integrantes de ese consorcio, liderado por Matías Campiani, quienes están a cargo de la gestión.
Que los integrantes del actual directorio de PLUNA S.A. sean altos y elegantes o bajitos y feos, al igual que si son argentinos o polacos, a esta altura, son datos irreversibles: son como son y lo que son, les guste a los plunólogos de dentro y fuera de fronteras o no les guste.
Desde sus primeras declaraciones a la prensa, el año pasado, Campiani dijo que el negocio de su grupo consistía en comprar empresas en dificultades, gestionarlas, "levantarlas" y venderlas; jamás precisó con exactitud los plazos.
Todos los cambios son traumáticos y el presente no es la excepción.
En PLUNA, se acepte o no, se quiera admitir o no, se están registrando cambios y el más señalado, se dará a partir de la llegada de los aviones Bombardier que comienzan a arribar desde principios del mes de marzo próximo. La reciente partida de seis pilotos a recibir instrucción a Madrid, está indicando, de alguna manera, un avance en la pulseada con el fuerte gremio de los pilotos.
Nos consta, lo hemos confirmado, se está trabajando en diferentes áreas y permentemente se está buscando optimizar la gestión. Son inminentes algunos golpes de timón para acelerar los resultados, más lentos de lo previsto inicialmente.
Nosotros, como medio especializado, desde que en el mes de setiembre de 2007, entrevistamos a Campiani, abrimos una carta de crédito a esta gestión. Nuestras adhesiones, ustedes lo saben, jamás son a ojos cerrados. Ayer nomás, le pedimos a la dirigencia de PLUNA que cerrara la boca lo más posible ante temas puntuales.
Pero como es lógico, no todos los sectores tienen nuestra visión y no todos, pueden esperar de la misma forma que nosotros. Entonces hay nerviosismo en algunos lados, lógico y entendible nerviosismo y en otros, hay directamente intereses y en otros, mala leche, lisa y llanamente.
Nosotros hoy, lo dijimos en su momento, alentamos el actual proyecto mientras estemos convencidos que se avanza y que se trabaja en serio. Cuando tuvimos que opinar y criticar lo hicimos; fuimos los únicos que cuestionamos la compra de los CRJ900 Bombardier.
Ayer recibimos contactos hasta desde el exterior para saber en que estaban los rumores de venta de PLUNA. También recibimos comentarios locales de esos que viven anunciando terremotos.
Hoy PLUNA, la realidad de PLUNA, debería ser rescatada del natural círculo vicioso en que fue colocada por el peso de los hechos, desde hace muchos años.
Cada cual, que haga lo que le dicte su conciencia; nosotros, alentamos el proyecto y seremos celosos custodios de la marcha de la gestión,
Lo dicho anteriormente: adhesión si, jamás obsecuencia. Nos vemos.