y que debíamos manifestarnos tanto para un lado como para el otro aunque a veces nos toque y duela. Así que aquí estoy para realizar nuevamente otro aporte.

Cuando hoy leí el titular del Portal del Uruguay y luego el del diario El Observador de ayer en el que se reclamaba que "Montevideo estaba en deuda con los visitantes" antepuse inmediatamente mi deber de opinar como profesional a la del lector común y corriente que "la deja pasar".

Las declaraciones a este periódico apuntaban, criticaban y castigaban la labor que la IMM esta llevando a cabo en los Parques, Monumentos y sitios históricos de Montevideo visitados asiduamente por Visitantes/Turistas y en lugar de realizar  algún aporte o sugerencia, segregaba y discriminaba al Cerro y su Fortaleza (uno de los paseos mas hermosos de Montevideo) retirándolos de sus recomendaciones para las visitas, en una observación que considero de corte clasista.

Si nos ponemos a observar detenidamente el cuidado y manutención que reciben estas atracciones seguramente estaríamos de acuerdo en parte con esta acepción. Pero casualmente quien realizo esta declaración es un personaje del Turismo que hace un gran "usufructo comercial" de las mismas y que según sus propias declaraciones en diversas ocasiones trae miles de Turistas para que recorran Montevideo y las visiten.

Muy bien, entonces hagámonos cargo de dicho usufructo y no esperemos de "Papa Estado" siempre. La IMM esta buscando soluciones al respecto y se habla que una de las posibilidades sería incluir alarmas en los monumentos .Pues bien, si fuera esa la solución, dichas alarmas deberían ser patrocinadas por aquellas empresas que realizan el mayor usufructo de las atracciones y que sea de manera proporcional el aporte, ya que si llevan 100 turistas por año a visitar ciertos atractivos, no tengan la misma carga que aquellos que llevan miles cada año y solamente en ciertos periodos del año.

Este tipo de medidas estan siendo tomadas en algunos rubros, como ser en la aviacion, donde algunas aerolíneas contribuyen economicamente a apoyar los proyectos destinados a promover la energía limpia en países en vías de desarrollo, para minimizar el impacto negativo sobre el medio ambiente. 

El pez por la boca muere, y ahora a hacerse cargo, pues para que se sepa, este tipo de acciones son las que se deberían aplicar contundentemente, cuando hablamos verdaderamente de "sostenibilidad" para los productos turísticos.