y de esa forma, poner al lugar,al destino, en ubicación de privilegio con respecto a la región.
Es unánime la impresión en cuanto a la celeridad y la excelencia en la construcción de la nueva terminal aeroportuaria y además, se proyecta la accesibilidad desde el centro de la ciudad.
Es evidente que comenzó a funcionar el plan de PLUNA. Ante los hechos, las dudas y las críticas cederán paso a la realidad. Todo el esfuerzo de la gestión comercial y de todas las áreas de la reconvertida aerolínea, están dirigidos a convertir a nuestra capital, en punto neurálgico de operaciones.
Mientras tanto, ¿qué se hace en la ciudad?
¿Qué medidas se están tomando para combatir la falta de higiene y de seguridad entre otras carencias?.
¿Esperaremos como es costumbre enraizada para lamentarnos después?
¿No estarán faltando más hoteles?
¿No habrá que crear un área de tango?
¿No tendremos que encarar de una buena vez la construcción de paradores "de verdad" en las playas?
¿No tendremos que instrumentar capacitación generalizada para quienes atienden la "línea de fuego" o "primera línea" en los servicios y generar conciencia turística?
Tal vez estemos sordos o la pérdida de la visión se esté acentuando a pasos agigantados pero, ni oímos ni vemos que se esté haciendo nada de lo que reclamamos en este artículo. Nos vemos.