07 ABR 08 PDU
El caos ha aterrizado en los aeropuertos de Estados Unidos con la
cancelación de cientos de vuelos luego de que la Administración Federal
de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) haya iniciado una
supervisión sorpresa
para verificar el cumplimiento de por lo menos diez directivas de seguridad por parte de todas las compañías aéreas que operan en el país.
La medida ha provocado la suspensión de cientos de vuelos de varias compañías incluyendo las más importantes, tales como American Airlines, Delta Air Lines, US Airways, y United Airlines. La revisión ha incluido el avión que transporta a la prensa y al personal de la Casa Blanca que acompañó al presidente estadounidense, George W. Bush, en su viaje a Europa del Este con motivo de la cumbre de la OTAN.
La auditoría, que durará dos semanas, se produce después de que se descubrieran fallos en las obligaciones de mantenimiento de la aerolínea Southwest entre 2006 y 2007. Esta compañía fue multada con 10,2 millones de dólares por mantener activos 46 aviones que requerían inspecciones de seguridad por daños en el fuselaje.
United Airlines decidió dejar en tierra desde esta semana 52 aviones Boeing 777 y canceló vuelos a Europa y Asia, para revisar un sistema de contrafuego, ya que, según ha señalado, en sus registros de mantenimiento no figura un suficiente número de revisiones. La aerolínea reveló voluntariamente el problema a la FAA. "United no operará los aviones hasta que las revisiones se completen", han asegurado los portavoces de la compañía.
Se rompen las ventanas
Por su parte, el organismo de seguridad del transporte del país, el 'Transportation Safety Board' (NTSB) ha denunciado que algunos Boeing 757 están registrando un serio problema en las ventanas de la cabina del aparato, al resquebrajarse en pleno vuelo. Esta situación se estaría presentando desde el año 2004 y habría sucedido a cuatro aviones de American Airlines, según ha sido denunciado por pilotos de las compañías que prefirieron no ser identificados.
Según afirman, los organismos reguladores han ignorado desde hace tiempo estos serios incidentes, muchos de ellos tan graves que provocaron aterrizajes de emergencia. Al parecer, el problema sería ocasionado por el sistema de calentamiento del cristal. La compañía y la FAA han manifestado que tienen conocimiento del asunto desde hace cuatro años cuando se produjeron los primeros incidentes, algo que habría sido puesto en evidencia por uno de los altos ejecutivos de la compañía.
La FAA ha decidido actuar ahora con inspecciones sobre el problema de la ventana de cabina, aunque no en los B757, si no en los B767 y B777. "Trabajaremos con el fabricante para dar una solución a las compañías si la solución actual no es adecuada", ha afirmado la FAA. Asimismo, este organismo, según el World Street Journal, habría emitido una alerta de seguridad de aviones boeing que tienen pintura esmaltada en alguno de sus componentes, lo que dificulta la detección de corrosión.
En el Congreso estadounidense hay una creciente preocupación sobre las prácticas de mantenimiento e inspección de los aviones, y dudas sobre la labor de supervisión de la FAA.
Diana Ramón Vilarasau (Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.)