Responsable por los polémicos impuestos escalonados sobre las exportaciones -que provocaron un enfrentamiento con la agricultura y desataron la peor crisis política desde 2002-, el joven economista anticipó una decisión que en el Gobierno ya estaba tomada, y presentó su renuncia a la presidenta Cristina Fernández.

El conflicto con el sector agropecuario, que durante 21 días protestó contra las alícuotas móviles generando un fuerte desabastecimiento en los principales centros urbanos, fue el factor decisivo de la dimisión del ministro. Pero no el único. A sólo cuatro meses de asumir en el cargo, Lousteau se quedó sin poder.

Voceros oficiales mencionaron las “grandes diferencias” de Lousteau con la presidenta Fernández y su esposo y ex mandatario, Néstor Kirchner, sobre la implementación de la política económica, en particular sobre el control de la inflación. El renunciante funcionario postulaba la necesidad de un “enfriamiento” de la economía (el PIB crecería entre un 7 y un 9% en 2008) y una mayor contención del gasto público para frenar el alza de precios.

En un paper que hizo circular en el gobierno, Lousteau planteó esta semana la idea de ajustar las tarifas para frenar los subsidios a los servicios públicos y contener el gasto, y bajar levemente las tasas de interés. Pero el ex presidente Néstor Kirchner –quien nunca terminó de digerir al joven ministro- rechazó abiertamente en la tarde del jueves la idea de “enfriar” la economía, ante dirigentes del partido Justicialista.

El duro enfrentamiento con el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, por las negociaciones con los empresarios de la carne y por los métodos empleados para modificar el índice de precios al consumidor (IPC) que elabora el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), también contribuyó a su salida.

Desde hace días, se sabía que el ministro de Economía empezó a perder apoyos dentro del gabinete de la presidenta Cristina Fernández, y había quedado en el ostracismo. De hecho, el propio funcionario en un reciente seminario sobre Microfinanzas “habló como si no fuera ministro, parecía más un economista haciendo recomendaciones sobre la inflación que como responsable de la inflación”, según logró reconstruir anoche una corresponsal de AméricaEconomía.com en Buenos Aires.

El sucesor
Como responsable máximo de la economía del país, fue designado Carlos Fernández, actual titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos, un hombre de confianza de Néstor Kirchner, quien ocupó varios cargos en el área económica de la provincia de Buenos Aires.

El flamante funcionario, que asumirá en el cargo formalmente este viernes a las 19 hora local, también cuenta con el respaldo del influyente jefe de Gabinete Alberto Fernández. “Su bajo perfil asegura que será Néstor Kirchner quien siga ordenando lo que se hace con la Economía del país”, consideraron analistas políticos consultados por la prensa local.

En ese mismo sentido se pronunció la líder opositora Elisa Carrió, quien anoche aseguró que “ya no gobierna Cristina Kirchner, gobierna Néstor Kirchner. Y Carlos Fernández es la única persona que él encontró, es igual a Guillermo Moreno. Es una política mucho más dura con respecto al campo”.

El segundo ministro de Economía de la gestión de Cristina Fernández tendrá entre sus manos, a partir de hoy, dos brasas calientes: el conflicto con el sector agropecuario que aparece en un callejón sin salida y podría volver a las carreteras cortadas, y encontrar un remedio a la inflación, que analistas independientes sitúan en torno al 25%. Y deberá hacerlo, sin enfriar la economía.

fuente: América Economía