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Domingo, 27 Abril 2008 22:01

El mandato de los privados

  por Sergio Antonio Herrera
 
28 ABR 08 PDU
Históricamente, no solamente en el Uruguay, toda vez que se expresan carencias en los sistemas turísticos, la demanda inmediata es dirigida al gobierno de turno o en menor medida, genéricamente al Estado.
Podría decirse que es lo correcto pero, según nuestro punto de vista, es solamente una parte de la verdad.

En esta misma edición damos cuenta de una iniciativa privada para monitorear la seguridad de Punta del Este y decimos ante esa noticia que ese tipo de actitudes deben ser más frecuentes y que es un ejemplo a imitar.

Lo mejor que puede hacer el administrador estatal es promover, controlar, ejecutar y solamente cuando no hay posibilidades de otra fuente de apoyo, invertir.

Es doblemente saludable la iniciativa señalada porque en nuestro país, estamos a mucha distancia que ese tipo de acciones sean frecuentes.

Las asociaciones empresariales deberán -según nuestro leal saber y entender-, revisar sus métodos operativos y en algunos casos, hasta sus propios estatutos.

Si los directivos no disponen del tiempo suficiente como para trabajar para sus gremios,como se da, de hecho, deberán poner a su frente a funcionarios rentados, convenientemente formados.

No es aceptable que se esgrima falta de recursos para afrontar esas obligaciones; si no tienen la pericia y el conocimiento como para generar los métodos de financiamiento de sus asociaciones, no están calificados para dirigirlas.

Las asociaciones gremiales del turismo deberán ser las generadoras de ideas, las creadoras de las estrategias, las responsables del márquetin y las que propongan, permanentemente al gobierno, el camino a seguir, a la inversa de lo que ocurre actualmente.

La tarea de los organismos públicos es el contralor, la promoción, el apoyo a los empresarios y mientras sigan ausentes las políticas de Estado consensuadas y activas, no debe ser responsable en forma exclusiva del éxito o el fracaso de la gestión; los resultados, cada día más, deberán ser responsabilidad de la actividad privada, para bien o para mal. Nos vemos.