por Sergio Antonio Herrera
Primero la irresponsable quema de pastizales y luego un fenómeno
natural, como la erupción del Volcán Chaitén, vinieron a convertirse en
feroz obstáculo para la navegación aérea en la región.
La operación de las diferentes aerolíneas se ha visto afectada y en ese contexto, hubieron cancelaciones y demoras varias.
Humo y cenizas no son inconvenientes rutinarios para la eronavegación y de especial manera, el tema derivado de la erupción volcánica.
Entonces en los últimos días, quienes están a cargo de las operaciones y las diferentes tripulaciones, han trabajado con el estrés a la máxima potencia y han debido poner todos sus conocimientos al servicio de cada tarea.
Son explicables en ese contexto, algunas marchas y contramarchas que se dieron, algunos diagnósticos meteorólógicos confusos y por ende, desentendimientos que no llegaron a tener consecuencias de lamentar, afortunadamente.
El pasado sábado, fue el día elegido para iniciar su vuelo-premio, el grupo ganador de la promoción de PLUNA que consistía en llenar un CRJ900.
Finalmente el servicio se cumplió sin problemas pero, en determinados momentos, se temió que no se pudiese llevar a cabo la operación; la causa principal, las cenizas volcánicas y el riesgo que representaban.
También, se ha hablado de canibalización de los CRJ900 por el simple hecho que fue necesario, por unas horas, mientras llegaba un repuesto de Canadá, utilizar una pieza del CRC -en ese momento aún no habilitado- para que volase el CRA.
Cuando recién han llegado tres de los siete aviones, cuando aún PLUNA no tiene armado como pretende, su taller especializado de apoyo, cuando se está en pleno proceso de reconversión de la empresa, es muy fuerte hablar de canibalización.
No pensábamos hoy volver sobre estos temas pero, los hechos de las últimas horas nos lo sugieren asi, máxime, sabiendo que se vienen informaciones sobre los mismos y por anticipado, nos jugamos a decir que serán diferentes a las nuestras.Nos vemos.