También, a los planes de ampliación del Aeropuerto Arturo Merino Benítez, que de mantenerse el crecimiento actual, podría ver copada su capacidad el próximo año.
En el año 2007 se batió un récord histórico: 9.000.000 de pasajeros transportados. ¿Cómo piensan enfrentar este crecimiento explosivo?
El 2007 tuvimos un aumento de 20,3% con relación al tráfico de pasajeros de 2006. Eso significó que 8,4 millones de pasajeros circularon por el terminal, es decir, 1.4 millones más que el año anterior. Si bien mantuvimos el nivel de servicio en los estándares que nos caracterizan, resulta obvio que si se mantiene la tasa de crecimiento en torno a un 10 ó 20% vamos a estar cerca de los 10 millones de pasajeros en el año 2008 o a mediados de 2009. Por lo tanto, tenemos que pensar en conjunto con el Ministerio de Obras Públicas (MOP) como enfrentar este explosivo aumento en el número de pasajeros. Esto no estaba dentro de los cálculos de nadie hace 3 años atrás y por eso, se debe pensar que el aeropuerto va a requerir más infraestructura. La construcción actual está diseñada para manejar eficientemente entre 9 y 10 millones de pasajeros, pero nada más.
¿De qué manera inciden factores como las facilidades de crédito y la irrupción de aerolíneas low cost en el aumento del tráfico aéreo?
Hay una suma de situaciones que han influido en este aumento y que se han juntado en estos dos años: El ingreso de aerolíneas de bajo costo y el Plan Láser de LAN que contempla una utilización más eficiente de sus aviones, con rebajas importantes en los pasajes aéreos nacionales. A esto hay que agregar las otras aerolíneas low cost como GOL y Air Comet, que han influido en que haya más disposición de pasajes baratos. Ello sumado a la baja del dólar, que hace que todos tengamos más recursos para viajar. Además, el país ha pasado por un período de crecimiento importante, y todas las variables que influyen en el tráfico aéreo han confluido en estos últimos dos años.
En Fidae- Wings of Change, Ud. se refirió a la posibilidad de dejar el edificio actual como terminal internacional, construyendo otro para vuelos nacionales. ¿Se trata de una opción que está en estudio?
Es una idea interna que hemos estado trabajando, anticipándonos a los problemas que pueden venir. Hemos pensado que una de las posibilidades es generar un nuevo terminal nacional hacia el lado oriente donde se ubica el actual y dejar ese como internacional. Quedarían dos edificios de similares características: tres pisos, acceso por el nivel superior, y salidas por el piso inferior. Aún no existen plazos para llevar a cabo esos planes, porque se relacionan con la disposición que tenga el MOP para enfrentar este problema.
Para el 2008, el escenario internacional se prevé más incierto. ¿Cuáles son sus perspectivas al respecto?
Efectivamente, hay un escenario internacional que nadie ha podido definir. Es difícil saber lo que puede ocurrir. Lo que tenemos claro es que LAN tiene su plan de operaciones de bajo costo en Chile, sabemos de operaciones de aerolíneas low cost a escala regional, tenemos un dólar bajo, y un cobre a nivel muy alto. Por lo tanto, si no hay una gran crisis, las perspectivas de crecimiento, si bien no son tan altas como el año pasado, siguen siendo positivas.
En 2007 recibieron importantes galardones como el Premio ROLIM AMADO que otorga la ALTA, se trata de un reconocimiento pero también de un desafío. ¿Cuál es la situación del aeropuerto A. Merino Benítez con relación a los otros aeropuertos de la Región?
Nosotros hemos recibido varios premios y no sólo en el año que recién pasó. Recibimos el premio a mejor aerolínea de la Región que entrega ALTA en el 2005 y 2007. También recibimos el premio de la Revista Latin Trade en el año 2003, 2005 y segundo lugar en el 2007, en que triunfó el Aeropuerto de Atlanta, EEUU. Hemos mantenido un nivel de servicio que nos ubica como líderes de la Región y eso es lo que dicen los premios. Nuestro desafío es mantener ese nivel y el liderazgo. Eso significa mejor gestión, ser más eficiente y mejorar la infraestructura.
Según sus declaraciones, lo más probable es que se requiera una inversión en infraestructura. ¿Cómo se logra ese objetivo sin elevar los costos que deben pagar los usuarios, como por ejemplo, el estacionamiento que ha aumentado mucho su valor?
Lo que no ha subido es el costo a las aerolíneas, ni tampoco los costos directos a los pasajeros. Nosotros no les cobramos nada por usar el terminal. La tarifa por pasajero embarcado es de US$30, una parte importante se destina a la Dirección General de Aeronáutica Civil y nosotros sólo recibimos US$1,5 de ese total. De esta manera, no recargamos prácticamente nada al costo de los pasajeros. Lo que sí hemos potenciado son los negocios no aeronáuticos, dentro de los cuales está el estacionamiento. Éste ha subido de precio, pero se han hecho enormes inversiones, se ha convertido en el estacionamiento más grande de Chile, con más de 4.000 ubicaciones y más de la mitad son techados. Hemos instalado más de 80 cámaras de seguridad y de circuito cerrado. Hay un sistema automatizado de ingreso, de lectura de patentes y grabación, lo que permite descubrir robos o choques que ocurran en el interior. Naturalmente, esa inversión tiene un costo mayor que debe ser recuperado pero no es tan importante. Eso lo prueba el hecho de que el estacionamiento mantiene altos niveles de ocupación.
Durante las temporadas de mayor demanda, existió una importante congestión en el aeropuerto. ¿Cómo se piensa solucionar esa situación?
En el verano del año 2008 no se han producido colapsos, sólo períodos de congestión, fundamentalmente debido a que el tráfico nacional creció en torno a un 40% mensual y un 8% internacional. Es decir, ha sido un crecimiento muy importante y, por lo tanto, no es raro que se produzca congestión, ya que el aeropuerto está preparado para crecer a tasas del 10 o 12%. Finalmente, el aumento en el tráfico copa las zonas disponibles para los pasajeros. Por eso, se debe pensar en infraestructura nueva.
¿Dentro de los planes de mejoramiento, figura la construcción de una terraza con un mirador?
Existe un grupo de obras que pensamos hacer en conjunto con el Ministerio de Obras Públicas. Se trata de trabajos que más que aumentar la capacidad operativa del aeropuerto, mejoran la calidad del servicio. Una de ellas es construir un mirador, donde la gente pueda ver los aviones que salen, como ocurría antes y como es en muchos otros países del mundo. El espectáculo aeronáutico es muy hermoso y nosotros creemos que la gente debe tener esa posibilidad. Pretendemos lograrlo a través de ese proyecto.
¿Cómo califica la colaboración con el sector público?
En general, ha sido muy buena. Desde el tiempo en que nosotros estamos operando esta concesión, hemos desarrollado muy buenas relaciones con la DGAC y el MOP en los ámbitos que a cada uno le corresponden. Hemos trabajado en conjunto para el desarrollo de las obras que he comentado. También hemos realizado campañas, una que ha sido muy exitosa es Las claves del buen viajero que se efectúa en los períodos de vacaciones. Ésta tiene con fin educar al pasajero antes de llegar al aeropuerto, de manera que no sufra inconvenientes que a veces ocurren por ignorancia. Gracias a los vuelos de bajo costo, hoy viajan muchos pasajeros nuevos, que no conocían bien cómo funcionan los aeropuertos. Eso ha ayudado mucho a que no se produzcan congestiones durante períodos peak.
¿La concesión del aeropuerto finaliza en el año 2013 o se trata de un plazo que puede ser modificado?
La concesión es de plazo variable, en un principio terminaba en el año 2013, pero cuando se produjo la crisis del 2001 se cambió el contrato. En esa oportunidad, se modificaron las fuentes de ingresos y quedó un plazo variable, en función del número de pasajeros que circulen por el aeropuerto. Puede ser que termine en el año 2018, 2013 ó 2015. Hay cambios muy importantes y repentinos que pueden ocurrir. Eventualmente, cuando termine nos presentaremos de nuevo. Eso hay que evaluarlo en su momento.
Por Bárbara Asenjo para AeroLatinNews