la memoria de todos con dos artículos escritos apenas asumió este gobierno que junto a otros, están archivados en el Blog Editorial de este mismo sitio:Turismo Nacional,se puede y se debe hacer
y también Turismo Social, ¡paren las rotativas!
Aunque hay algo que debe ser destacado: la loable intención de este gobierno por brindar a los más necesitados la posibilidad de viajar. El turismo social era anunciado al inicio de todas las administraciones y jamás se hacía nada. Con el de ayer, va el tercer lanzamiento de esta modalidad en la presente administración frenteamplista.
Pero hay algo que seguimos criticando y es el modo, la forma, el propio sistema.
El verdadero espíritu del Turismo Social es el del Estado benefactor o sea, subsidiar las vacaciones a quienes no las pueden solventar.
Con algo menos de la mitad de la población entre pobres e indigentes, se nos hace incongruente pensar en subsidiar turismo cuando las verdaderas prioridades pasan por el trabajo, la alimentación, la salud y demás.
El Uruguay no ha resuelto ni por asomo el Turismo Interno; no funciona ni escasamente el Turismo Nacional; no se cuenta con una estructura hábil para operar turismo dentro de fronteras y entonces, sin esa base, el Turismo Social de verdad, sigue siendo utópico.
No estamos diciendo que lo poco que se hace no se debería hacer; al menos, algunos de algún modo se benefician y pueden viajar.
Lo que estamos diciendo es que no se puede presentar la cosa como si fuese un sistema que funciona en gran forma. El Turismo Social en Uruguay es apenas un intento y está muy lejos de ser lo que debe ser.
Para que se nos entienda definitivamente: el Turismo Social debería funcionar insertado en un sistema de Turismo Nacional que funcione, que sea saludable, que opere. No hay Turismo Nacional, menos puede existir el Social, sin hablar de las otras prioridades, claro. Nos vemos.