por Sergio Antonio Herrera
En momentos en que se incuba la efervescencia hacia las próximas
elecciones, nos parece oportuno invitar a la reflexión a los actores
políticos de todos los partidos.
A juzgar por la forma en que se están dando las cosas, iríamos hacia una campaña electoral con aristas pocas veces vistas hasta ahora.
Pocos optan por el mensaje demostrativo de lo bueno propio; la mayoría ha elegido la descalificación del rival, para algunos más que ello: directamente el enemigo.
Desde esta humilde tribuna queremos recordarles a nuestros dirigentes políticos, especialmente a los líderes de cada sector, que no hay mucho espacio para desajustes grandes y que todo lo que rompan, destrocen, aniquilen y todos los sinónimos que se puedan agregar, luego, deberemos reconstruir entre todos los que elegimos seguir viviendo en este suelo.
Da mucha pena y también, vergüenza ajena, ver como se intenta reiterativamente, la descalificación del otro y se omite, la promoción del mérito propio.
A quienes hoy son oposición, les invitamos a salir de la amnesia, tamizar sus mensajes con la memoria y antes de descalificar lo actual, recordar en que estado de cosas entregaron ellos el país.
Asumir sus faltas y promover las nuevas ideas a partir de ese reconocimiento.
A quienes gobiernan, desistir de la soberbia, mejorar la comunicación, asumir los errores y propagandear con equilibrio y orgullo los logros alcanzados.
A unos y otros: les solicitamos acordar de una buena vez, políticas de Estado relacionadas a seguridad y economía (indefectiblemente el turismo debe estar en primera línea), las cuales, por si solas, traerán bienestar, más empleo y menos emigración.
En una palabra, los ciudadanos del llano, reclamamos ser tomados en serio, que no nos sigan subestimando. Nos vemos.