Aéreas (APLA) que dejó a las naves sin pilotos para poder volarlos. Por eso, la empresa habría tomado la decisión de devolver las naves a sus leasors.
Según pudo saber CÓDIGO AÉREO, desde que estalló la sucesión de huelgas de enero, donde decenas de vuelos fueron suspendidos y obligó a que tomara las riendas de la negociación con el Grupo Marsans el Jefe de Gabinete, Alberto Fernández (quién luego fuera desplazado en las charlas por el ministro de Infraestructura, Julio de Vido), APLA mantiene sin instructores de Airbus a Aerolíneas Argentinas, sin pilotos capacitados y a las naves sin posibilidades de volar.
Como se recordará, durante el paro de enero, los instructores que se encontraban con los futuro pilotos de Airbus en Europa fueron obligados a renunciar. La intervención de la Casa Rosada logró frenar los paros, pero no logró que APLA permitiera la reincorporación de los entrenadores, ni que los pilotos volvieran al curso.
De esta forma, el gremio que acusa al Grupo Marsans de vaciar a Aerolíneas Argentinas, le propinó a la empresa una pérdida de 220.000 dólares mensuales, cada una, al mantener paralizados los aviones. Un cálculo rápido permite ver que, desde enero, la empresa ha tenido que hacer frente a poco más de 2 millones de dólares en pagos por el leasing y no ha podido hacer volar los aviones una sola vez.
Lo peor es que Aerolíneas Argentinas tenía listos para traer al mercado local otros 2 A 320. Uno de ellos se encontraba en Toluca (México) y otro en El Cairo (Egipto) donde se les estaba realizando el c-check necesario para poder presentarlo ante la Fuerza Aérea Argentina para que otorgue las autorizaciones necesarias para volar. Sin embargo, no tendrían fecha de ingreso para el mercado local.
Las dimensiones de las pérdidas operativas por falta de vuelo y las causada por el cobro de leasing sin posibilidad de recupero no hacen más que impedir cualquier tipo de recuperación en las actividades normales de la compañía y aceleran la acumulación de pasivos, que como señaló CÓDIGO AEREO, sumaron cerca de 40 millones de dólares, sólo en mayo pasado.
Es interesante la contradicción en el accionar de APLA: mientras mantiene dos aviones parados por falta de instructores, sus autoridades insisten por los medios con la acusación de vaciamiento hacia el Grupo Marsans. Pero lo peor es el rol del Estado, ciego a las necesidades de transporte aerocomercial en las provincias, ciego a las medidas irresponsables de ciertos grupo de poder que se creen dueños de la empresa y ciego del daño que le están haciendo a la Argentina en el exterior.
fuente: Código Aéreo