La compañía, que ayer rechazó una oferta de 5,50 dólares australianos por acción, ha dado luz verde a un propuesta mejorada de 5,60 dólares, con la garantía de que la aerolínea seguirá controlada por manos australianas, ya que la operación había desatado la oposición de sectores nacionalistas.
El precio ofrecido supone una prima del 29% sobre del cierre de la cotización de Qantas el pasado 21 de noviembre, cuando se iniciaron las primeras negociaciones.
La adquisición se produce un día después de que se conociera que United Airlines y Continental Airlines están negociando su fusión y apenas un mes después de que US Airways lanzara una opa sobre Delta. La compra de Qantas supera los 8.600 millones de dólares que US Airways ha puesto sobre la mesa por Delta.
El principal atractivo de Qantas para Macquarie y Texas Pacific es que la compañía cerrará este ejercicio en números negros por decimocuarto año consecutivo, todo un logro para un sector muy castigado desde los atentados del 11-S.
Tal vez por ello, su consejero delegado, Geoff Dixon, seguirá al frente de la aerolínea una vez completada la operación.
Oposición
Ahora, la adquisición tendrá que ser aprobada por el Tesoro Australiano, dirigido por Peter Costello, que ya ha bloqueó la compra de Woodside Petroleum por parte de Shell debido a que la petrolera australiana es dueña de las mayores reservas de gas natural del país.
Fuente: www.expansion.com